Prologo

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— Cariño solo debes de hacer esto por mi y quizás considere dejarte libre  —prometió con una sonrisa falsa que no pretendía disimilar para que pareciera real

— Me has dicho eso por más de 5 años, no soy tan inútil como para creer en tu "Palabra" —afirmé haciendo énfasis en la última palabra mientras rodaba los ojos.

Ella torno sus ojos rojos y su cuerpo se hizo cada vez más grande, de sus manos salieron unas garras enormes que de apoco se iba degradando de un pálido blanco a un rojo intenso; me miraba furiosa e insatisfecha por mi respuesta.

— Olvidas que soy tu dueña; tú fuiste él idiota que me ha vendido su alma; ahora no te niegues a obedecer me  —dijo con voz ronca y carrasposa para luego volver a su forma normal— Porque te ira muy mal... —afirmo susurrando a casi nada de mi odio intentando provoca algo en mi, sin embargo no siento ni mal ni bien sobre ella o cualquiera de este lugar ergo debía obedecerle sintiera lo que sintiera.

— ¿Tengo opción? —confirmé mi propia pregunta, ella arqueo una ceja para luego negar leve con la cabeza; suspire de manera notoria accediendo a sus peticiones.

Otra persona que moriría por mi culpa, esto no me hace sentir nada bien...

Mi nombre es Will, tengo 20 años y el día 24 de diciembre a las 11:58 hace 5 años le vendí, mi alma a quien yo llamo Sussan. Si pensaban que el líder de los ángeles de la oscuridad era un hombre pues están muy equivocados; es una mujer y es muy, como decirlo sin sonar grosero, ¡Ah Si! es una perra. Si buscan amor en esta historia, les recomiendo que cambien de libro.  Pues esto es todo lo contrario al romance, en realidad hay mucho odio de por medio o eso pensé hasta que conocí a la próxima víctima de Sussan.

El Infierno entre NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora