Cap. 3 - Abriendo Puertas

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Pasaron unas semanas y seguía con mi rutina. Me encontraba en la piscina cuando de pronto sonó la campanilla de la entrada, salí de la piscina y tome una toalla, abrí la puerta.

— Hola Will —dijo Tamara

— Hola Tami, ¿Qué haces aquí? —pregunte secando me

— Te venía a dejar está invitación, para la fiesta de mi fraternidad —tomé la invitación, la leí mientras sentía la mirada de Tamara en mi— Iré, gracias Tami

— Hasta luego Will —se despidió y cerré la puerta

Me dirigí a la habitación, entre a la ducha, al salir tomé la ropa y me vestí.

Me puse una playera blanca ajustada a mi torso, un pantalón negro y una chaqueta de cuero negra. Eso me hacia ver malo y a pasar de vender mi alma, en realidad no lo soy y no pienso serlo, no soy capaz de ser mala persona por gusto.

Rocíe mi cuerpo de colonia, tomé mis llaves, observe mi reloj, aun era temprano así que salí y camine por el lugar para hacer un poco de tiempo; al llegar a la Fraternidad toque la puerta, una chica de cabello rizado igualmente alta que yo abrió.

— Llegué algo temprano —dije incómodo

— Algo —dijo sonriente— Pasa, llegaron unos pocos -me indico tomar asiento junto a un grupo de chicas

— Tú eres Will Robinsón, el de la casa bonita cierto —dijo una chica de cabello negro- Soy Britney

— Un placer Britney —saludé, observe a mi alrededor y me di cuenta de que no estaba Hope— ¿Y Hope? —pregunte

— Ella esta en su habitación, no le gustan las fiestas —dijo la chica de cabello rizado— Por cierto soy Helena

Luego de una hora la fiesta comenzó; todo era una locura, habían chicos besándose por todos lados, ni siquiera pude ir al baño, digamos que estaba muy ocupado, eran las 2:19 am, yo era de los pocos sobrios que se encontraba ahí, escuche un sonido muy fuerte en la parte de atrás de la casa, era la chica rizada, Helena, estaba más que ebria, casi inconsciente, dos chicos de otra fraternidad trataban de llevarla, los detuve con un simple grito, estos al parecer no querían problemas así que se fueron y dejaron a Helena en el suelo, la tome en mis brazos y volví a entrar a la casa, en la sala de estar se encontraba Hope recogiendo vasos y botellas.

— ¿Qué haces? —pregunté

— Limpio, cada vez que hacen una fiesta sucede esto, yo no salgo de mi habitación y al terminar todo, salgo al rescaté, en la mañana no recuerdan nada, en especial Helena —afirmó aun limpiando, no supe que decir ante su respuesta así que solo me limite a verla

— Podrías decir me dónde esta la habitación de Helena —no quise mencionar mas sobre Helena, pus no m pareció apropiado. Sin decir nada caminó a los escalones por un pasillo, me limité a seguirla sin decir nada, abrió la puerta e indico la cama donde debía recostar a Helena, al reposar su cuerpo en la cama esta me abrazo por el cuello y no me soltó— ¿Me puedes ayudar?

Ella sonrió y se cruzo de brazos, tuve miedo de su acción pues no es normal que alguien no ayude en esta situación ¿Verdad? Hope señaló a Helena y yo voltee para verle, esta comenzó a balbucear y mover la cabeza de lado a lado para luego estirarse y dejarme libre, Hope volvió a reír para luego estirar la mano y tomar la mía.

— Lamento si no te ayude, pero he pasado por esta situación muchas veces y ella siempre te suelta al instante; también duermo aquí —informó observando la habitación

— Bien, ya se por que ventana entrar cuando necesite hablar con alguien —bromee

— Helena no es buena compañía —siguió mi broma, me aproxime a ella y...

***

— Gracias por ayudarme a limpiar todo, la verdad es algo agotador hacerlo sola —agradeció Hope

— No tienes que agradecer, es un placer ayudar a una amiga —ella sonrió y siguió limpiando

Terminamos, tarde pero terminamos, antes de terminar ayude con las chicas, llevarlas a su habitación y esas cosas, y regrese a casa; lavé mi rostro y me desvestí, recosté mi cuerpo en la cama y me acobijé por completo. Por si dudaban de lo que paso en la habitación, no se emocionen les dije que no habría romance aquí, aunque la meta de Sussan sea esa, no lo es. Ustedes decidirán si en verdad sucedió algo, les doy una pista, es mi trabajo.

Las semanas pasaban y solo me encontraba con Hope por las clases, no la perseguía, tampoco la acosaba o similar, a pesar de lo acelerados que eran los planes de Sussan tampoco quería asustarla. Además me estaba acoplando a la vida de universitario y quería aprovecharlo mientras estaba aquí.

El día de hoy caminé por el vecindario con la esperanza de encontrarla cosa que resulto muy bien pues en el momento de acercarme a su fraternidad ella estaba por salir. Caminé un poco mas rápido con intención de alcanzarla.

— Hope —grité y sonreí mientras ella volteaba con sus cuadernos en mano y su vestido mostaza giraba junto con sus caderas, para finalizar de vuelta con una sonrisa.

— Hola Robinson, tiempo sin verte...

— Tiempo sin verte a ti, has desaparecido —dije tratando de entrar en confianza

— Si lo sé, eso me lo dicen últimamente, es que tengo cosas que hacer —contestó de forma amable 

— Y supongo que donde vas ahora es una de esas cosas que hacer —intente preguntar— Si no es algo muy personal me gustaría acompañarte —me ofrecí, ella sonrío y comenzó a caminar sola

— ¿Qué esperas? No querías venir —inclinó la cabeza indicándome el camino mientras parecía irradiar mucha luz

Le devolví la sonrisa y caminé a su lado mientras me hablaba de las clases y las cosas de las cuales gustaba de la universidad, tantas cosas dijo que no recuerdo ninguna de ellas pues solo pensaba en Sussan, en sus razones para dañar a alguien tan insignificante como ella, que hace tan poco y no impregna en alguien algo necesario o algún tipo de influencia, sin tratar de ofenderla me parecía alguien tan poca cosa para lo que sugerían los planes de Sussan. Hope dijo mi nombre de forma baja pero no susurrada sino con simpleza y elegancia así como con timidez y amabilidad, esperando a que reaccionara, la miré y sonrió como dándose cuenta de que en todo el tiempo no la escuché.

— Llegamos a mis cosas que hacer —tomó mi mano notando que no me sentía del todo dispuesto a entrar al lugar, no porque no me gustase sino por el deterioro de mi alma y la situación en la que me encontraba con Sussan— Si no deseas entrar lo entenderé y no solo eso, también lo aceptaré, vendrás cuando estés listo y sientas en tu corazón la necesidad de —terminó sus cálidas palabras con una sonrisa y sus ojos penetraron mi fragilidad

—No es que no quiera entrar, es que nunca he entrado y no se, solo me hace sentir raro —informé con la voz algo carrasposa y apreté un poco más su mano cosa que la hizo sonreír un poco

Como puedes estar imaginando era una iglesia, no es como que pareciera una sin embargo yo así lo sentía, en realidad era una estructura muy bella y hogareña, como una caballa de una café muy vivido y fugaz, además de tener un olor a humedad y pino, estaba rodeado de flores, árboles y demás, nadie pensaría que es una iglesia. Respiré profundo, le sonreí y caminé de su mano, era tan irónico que ella me hiciera sentir protegido en un lugar tan poco probable para mi. Empujamos juntos la puerta principal y entramos.

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2020 ⏰

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