~Ehm... simplemente una parida donde Jinho y Wooseok son las mascotas del HuiDawn, y tienen que convivir juntos.
~Jinho es un gato y Wooseok un perro; creo que no hace falta decir nada más.
❎Pues hago esto para al menos subir algo en mi hiatus. Pronto seguiré Pet Me y Princess, pero mientras tanto pus... iré subiendo puta mierda como esta para que mi cuenta siga medianamente activa :D. Gracias~❎
♥ʝɨռɦօ:
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♥աօօsɛօҡ:
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♥Jinho era un gato arisco, cariñoso únicamente cuando le convenía y amante de la tranquilidad. Detestaba salir a la calle por el día, y detestaba el parque porque siempre estaba lleno de barro. Prefería su cómoda y blandita cama, en la cual pasaba la mayoría del día. También odiaba a los “chuchos sarnosos”, así es como Jinho pensaba acerca de los perros. Por eso cuando el desgraciado del novio de su dueño decidió irse a vivir con Hyojong —su amo—, tan solo quería desaparecer. Al parecer el estúpido del novio venía con regalito; un chucho, un chucho grande y molesto. Se quedó enrollado en las sábanas de la cama de E'Dawn, no quería acercarse al perro bajo ningún concepto.
—¡Jinho! ¡Psssst! ¿¡Dónde estás!? ¡Jinho! —escuchó a su amo llamarlo.
Sacó su cabecita sobre la almohada, mirando hacia la puerta. Por esta pasó el chico rubio, quién se acercó a él hasta tomarlo en brazos. El gato ronroneó molesto, pero permitió que Hyojong lo llevara entre sus brazos hacia el salón. Allí estaban Hwitaek y el pulgoso. Cuando E'Dawn trató de dejar a su mascota en el suelo, Jinho se aferró a su pecho. ¡Ese bicho enorme estaba demasiado cerca, podría ensuciarlo!
—No parece que Wooseok le agrade mucho... —comentó con una sonrisa Hui, mientras acariciaba la cabeza del Braco*.
—Es un tiquismiquis, odia al mundo en general —respondió Hyojong, logrando apartarlo de su pecho—. Si no te portas bien no te dejaré dormir con nosotros en la cama.
Jinho enseñó un poco sus dientes, aún así no se resistió cuando su amo lo puso en el suelo. Miró al gran perro fijamente, retrocediendo unos pasos. Ambos dueños fueron a acomodar las maletas que Hui llevaba, dejando a los dos animales solos. Wooseok no se lo pensó dos veces antes de ir hacia el felino, asustándolo. Jinho salió corriendo hasta que logró subirse a la mesa. Wooseok ladraba felizmente desde abajo, colocando sus patas delanteras sobre la mesa y moviendo su cola energéticamente.