- ¿Por qué te fuíste? -Le repetí la pregunta.

- Coño, yo que sé. Vámonos ya. -Cada vez estaba más cabreado. ¿Pero yo que hice? Estaba flipando.

- Dios mío, Harry. ¿Me puedes decir qué pasó? No puedes irte y dejarme aquí como si no fuera nadie. A tu novia Emily te lo podrás llevar y traer a todos sitios como una perra que es, pero a mí me respetas. Y luego vienes aquí como si nada diciéndome que nos vamos. Acabo de cumplir dieciocho años, puedo hacer lo que quiera. Y hasta que no me digas que te paso, yo no me muevo de aquí. -Estaba muy cabreada, no me parecía normal su comportamiento.

- ¡Qué no me pasó nada joder! -Me estresa que diga tantas palabrotas. El salió de la residencia y yo le seguí.

-¿Te celaste de Niall? ¿Es eso? -Le pregunté cuando llegamos al coche.

- No, joder. ¡Fóllatelo las veces que quieras! -Me gritó.

- Que infantil eres, estás celoso, ¿enserio?

- No empieces por que sales de mi auto a patadas.

- ¡Qué no me lo follé! -Le grité. Harry me miró extrañado, no se lo creyó del todo. -No, Harry. Lo conozco de dos malditos días.

-¿Eres virgen? -Me preguntó más calmado.

- No te lo voy a decir. -Le contesté a la defensiva. Antes mentí, la verdad no era virgen. Pero no fue algo de lo que esté orgullosa, no me gustó y fue asqueroso. Para el mundo y para mí misma es como si fuera virgen.

Harry arrancó el coche ignorándome el resto del camino.

Hora y media después llegamos al río. Era precioso, y estaba completamente vacía toda aquella zona. Harry aparcó el coche y poco después ya estabamos en el río. Colocando nuestra ropa y las toallas en un pequeño desnivel elevado en la tierra. En el se encontraba un árbol, y desde allí se miraba todo hermoso. Me imaginaba lo perfecto que sería ver allí un atardecer. Me senté en la toalla y Harry a mí lado.

-Esto es precioso. -Dijo en un susurro.

- ¿Ya se te pasó?

- Hey, lo siento. -Dijo agarrándome del brazo y acercándome a él. Me senté sobre sus piernas estiradas y él me abrazó. -Me molestó que me vacilases, soy muy impulsivo. Lo siento, Charlotte.

- Llámame Cher. -Dije dándole un sonrisa reconfortadora. En ese momento me levanté de su regazo y me quité la camiseta. Después los pantalones, para quedarme en el bikini que me había puesto. Harry me miró extrañado, y a la vez con una sonrisa juguetona.

Salí corriendo y me tiré al río sin pensar lo fría que podía estar el agua, aunque no sería para tano, literalmente era verano. Estaba congelada, sí. Empecé a gritar del frío. Y cuando me dí cuenta Harry ya estaba en bañador. Ahí fue cuando me fijé en la cantidad de tattoos que tenía, parecían hechos al azar, pero lo dudo. Me llamó la atención una rosa que tenía en el codo izquierdo, me encantó. Sin hablar de los pájaros y la mariposa que cubrían su torso. Es sexy, jodidamente sexy y no podía negarlo. Harry se tiró al agua y llegó nadando hacia mí.

- Ya estoy aquí para calentarte. -Me dijo con una sonrisa pícara. Me cogió en brazos y agarré mis piernas a su tronco. Acerqué mi cara a él y le besé. Nuestro segundo beso fue tan dulce. Sus labios encajaban a la perfección con los míos. Harry es caliente. Pero no me da la fiebre, ni me dará, del amor, y menos con Harry.

- Este pequeño espacio del río Grimsby será nuestro lugar. ¿Te parece bien? -Dije al separar nuestros labios.

-Me encanta. Pero nuestro, solo nuestro. -Él asentió. Después me acordé del chupón que le había dejado a medias. Así que dirigí mi lengua hacia esa misma zona y subcioné su piel por segunda vez. Mientras, Harry me agarraba por el culo. De lo que se aprovechó, pero no me preocupé. Me preocupé más de dejarle una buena marca.

We don't wanna be like them. {Harry Styles}Where stories live. Discover now