You [n.h]

Uno

Madison

La alarma empezó a sonar asustándome, levanté mi cabeza del tocador y froté mis ojos gruñendo. Me dirigí al cuarto de baño arrastrándome pesadamente para darme una ducha y lavarme los dientes.

Me coloqué una camiseta azul con decorado y unos skinny jeans con un par de converse. Sonreí a mi reflejo, el cabello teñido de azul con rojo caía en una bonita trenza despeinada sobre mi hombro izquierdo. Tomé los pupilentes de color café y me los coloqué con sumo cuidado. Me maquillé las horrorosas ojeras que tenía por haberme quedado despierta hasta altas horas de la madrugada tiñiendome el pelo. Tomé mi bolso y salí de mi habitación, llendo a la de Harold. Me desplazé hasta estar a un lado de su cama y sonreí.

—¡Harry! —chillé en su oído, causando que él se asustara y cayera de la cama, dándose un golpe en el costado y quejándose del dolor.

—Mierda, Madison, creo que me dejaste sordo.

—¿Me vas a llevar a la escuela?

—Ajá —gruñó subiéndose a la cama de nuevo.

—Bien, te espero abajo, hermanito.

Salí de su habitación corriendo a la cocina para servirme una taza de café, miré mi reloj, faltaban 20 minutos para que la escuela comenzase. Tomé mi café y fui a la habitación de Harry para decirle que se apurara. Entré al baño y lo vi acostado a un lado, recargado en la pared. Bufé y me dirigía a despertarlo cuando una voz me paró.

—Se quedó jugando videojuegos con Louis hasta altas horas de la madrugada —me voltié y vi a Niall recargado en el marco de la puerta—. Yo te llevo.

—¿En serio? Genial, vamos.

Tomé su mano y lo jalé hacia la entrada. Él paró en la cocina para agarrar unas galletas y las llaves del auto y luego se dejó arrastrarse hasta el auto.

—¿Por qué tanta prisa, eh?

Me encogí de hombros. —Harry no suele dejarle socializar mucho que digamos.

Él sonrió mordiendo una galleta que había sacado del empaque, aún tenía su pijama puesta que consistía en unos pantalones sueltos con una camiseta holgada. Miré su cabello, estaba todo revuelto, con suerte y se había cepillado los dientes.

—Las fotos duran más, Madison.

—¿Qué? Yo no estaba mirándote.

—Claaro —comentoó con sarcasmo y yo aparté la mirada rápidamente—. Eres una mala mentirosa.

—Calla, Horan.

Él rió mientras paraba el auto frente la escuela, sonreí y voltié a verlo, encontrándome con su mirada, frunció su ceño inmediatamente.

—¿Qué tus ojos no son verdes?

Le di un beso en la mejilla para abrir la puerta.

—Se llaman pupilentes, Niall.

—Oh claro, bueno, suerte, ah, por cierto, lindo cabello.

—Gracias.

Me bajé del auto y me despedí de Niall con la mano, después de perder el auto de vista entre los demás entré a la escuela, dirigiéndome a mi casillero, mientras sacba un papel con el horario y el número de este que me habían enviado por correo.

Niall

Regresé a la casa y estacioné el auto en el garage, entré perezosamente y me tiré en el sofá, minutos después un Harry desesperado bajó por las escaleras.

—¡Niall! ¡¿Has visto a Madison?! Se supone que la iba a llevar a la escuela y me dormí y sus clases comenzaron hace 5 minutos, y qué tal si una fan loca entró y la secuestró, ¡oh por Dios!

Solté una carcajada y Harry frunció el entrecejo mirándome.

—Harry, la acabo de dejar en la escuela, ve a dormir.

El dejó escapar un suspiro. —Vaya, gracias, bro.

Después de eso Harry subió las escaleras para dormir, tomé el control de la televisión y la prendí, dejando pasar el tiempo. A las 2:35 todos nos encontrábamos tirados en el sillón, disfrutando de nuestro día libre, ¿cómo? Jugando videojuegos. Madison entró con una sonrisa, tan bonita como siempre, rió al vernos tirados en el sillón sin hacer algo productivo y se unió a nosotros, sentándose entre su hermano y Liam.

N/A:
Hola chicas, sé que les dijimos que íbamos a subir capítulo, pero quize editar y modificar el capítulo para que tuviera sentido. Ya que retomamos este proyecto, quiero que sea bueno y que esté mejor. Pero no sé que dicen.

¿Quieren que lo regrese al original o continuo modificando?

Espero estén bien, nos vemos pronto c: