- Me importa un co.ño lo que tengas que decirme, déjame en paz. – se le escapó un gemido. No podía contener las lágrimas ni un segundo más.
- Vaya, vaya…¿quién iba a pensar que la millonaria _____________ ______________ tenía ese vocabulario? – Justin abrió los ojos.
- Eres realmente insoportable… - quería llorar, ahora más que nunca. Un sollozo salió de sus labios. – repugnante. – una lágrima se desprendió de sus ojos. – te odio.
- No llores.
- Te odio muchísimo…
- No me gusta que llores. – esas palabras salieron tan fugazmente que ____________ ni siquiera pudo escucharlas bien. Lo miró a los ojos, ahora ligeramente irritados por aguantarse las lágrimas. Justin también lo hizo.
- Suéltame por favor…
- Ya… - la soltó suavemente. ____________ respiró hondo. Desquitándose. Intentó irse, sin decirle nada más. Pero Justin volvió a voltearla para tenerla para él una vez más. – no quise que lloraras…a veces no se lo que digo.
- Olvídalo.
- Olvídalo tú primero… - él le sonrió. _______________ no pudo evitar sonreír a medias por la preciosa sonrisa de ese hombre. – ahora, ¿me dejas ducharme? O es que quieres…ducharte conmigo…
- No.
- Vale, vale… - la vio salir. Menos cabreada que antes. Lo cual le hizo sonreír un poco más. _____________ … ____________ … se dijo así mismo. Tenía claro que jamás le diría lo que ebria sí le había podido confesar y que ahora sentía: Me gustas, y cada vez más.
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