cero

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Había una minúscula carta en su casillero. Era el cuarto de una hoja tamaño carta; arrugada en las esquinas pero diligentemente doblada como un sobre. Su mensaje, en letra claramente legible, era el siguiente:


Piel pálida, estatura media y ojos perdidos,
nunca pensé que me encontraras.
Nunca pensé que reconocería tus latidos,
aquí, al lado, en mi cama.
Tu olor perdiéndose entre las sábanas
y tus dedos desapareciendo bajo los míos.

Fue agradable estar contigo
fue sensacional causar tu risa,
lo irritable fue la costumbre,
lo fulminante fue lo escondido.

Es cruel alejarme como si nada.
Lo sé, pero tú lo sabes aun más.
Eres un muchacho listo, SeHun.
Demasiado listo para tu trémulo corazón.

Solo nos queremos juntos nosotros dos.
Si acaso el rosa de tus labios y el verde de tus zapatos.
Solo todo el mundo te va a juzgar;
tu familia, tus amigos y tus conocidos.
Solo nadie nos va a acompañar;
pero tu camino todavía es radiante
El rojo de mis ojos y el negro de mi corbata,
incluso ellos sabían el final,
ellos sabían que era inalcanzable.

Colores tuyos, colores míos; tan dispares.
Años tuyos, años míos; tan distantes.

Me es difícil recordarme antes de que tus manos rodearan mi cuerpo en un abrazo;
de que tus piernas reposaran sobre mi regazo;
y de que tus ojos, tus ojos perdidos, negros y endulzados, contemplándome,
fueran el mejor regalo.
Fuiste lo mejor que me pasó,
ahora te trataré como si fueras lo peor.

Fuiste lo mejor.
Tú bien sabes siempre serás lo mejor.

KJI



Conque era eso. Así que esa era la respuesta al poema que según él, era el más cursi y largo que escribió en su vida. Una simple hoja rota con palabras insensibles.

"Tú sí eres de lo peor, JongIn".

Dejó la respuesta en su casillero, y lo cerró sin medir la fuerza. Habría que aclararle las cosas a su profesor, por las malas.


pink green ‹ kaihunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora