Encuentro

836 66 19
                                    


En un despacho se encontraba una chica de cabello rubio hasta la cintura, de tez blanca como la nieve y unos ojos de tono azul celeste. Vestía un traje sastre de color negro con una blusa roja de botones enfrente. Era el bufete de abogados Asociación Kou Tsukino pues las hermanas se habían unido en firma con Yaten Kou para asociarse y ser los mejores de la ciudad. Estaba en su escritorio repasando unos papeles de un caso muy difícil e importante para ganar. Son los casos que más le gustaba llevar porque peleaba a muerte por los derechos de sus clientes. Nunca tenía tiempo para disfrutar de su plena juventud porque el trabajo le absorbía toda su energía, pero no se quejaba para nada pues era lo que más le agradaba hacer su trabajo y no le quedaba ganas de salir a pasearse o conocer algún chico. Eso no era para ella, le fascinaba vivir y disfrutar de su soledad sin que nadie le dijera absolutamente nada.

Se hallaba sumergida en esos papeles que no observo cuando alguien abría la puerta de su despacho se llevaba tremendo susto y tiraba los papeles.

Entraba un torbellino rubio de tez blanca, ojos azules, con una coleta levantada para arriba y vestía un vestido de mangas cortas de color violeta hasta las rodillas y zapatillas blancas.

─ Por favor Serena deja esta vida aburrida y vamos al bar a convivir con nuestros amigos. Yaten pasara por nosotras para irnos juntos los tres ─dijo la rubia.

─ Mina ya te he dicho que no me interesa salir a divertirme tengo un caso muy difícil y quiero irme a mi departamento a descansar para seguir analizándolo mañana ─contesto la otra rubia.

─ Lo siento mucho mi querida hermana, pero hoy no te dejare estar en esa vida tan aburrida que te cargas ─la mira fijamente y agregó ─. Por Dios Serena tienes 24 años, te encuentras en la flor de la juventud y ni siquiera en tu vida has tenido un novio ─una enfadada Mina se escucha.

─ Sabes no tienes porque meterte en mi vida privada si yo quiero estar sola es cosa mía. Tu dedícate a ser feliz con Yaten por eso están casados porque se aman y disfrutan al estar juntos.

─ Tienes razón somos muy felices, pero no puedo verte sola hermana necesitas conocer a chicos.

─ Oh y me imagino que piensas en ese Seiya, el hermano de tu esposo que a fuerzas quieren que conozca pues déjame decirte que ese chico no me interesa. Soy feliz así Mina nadie interviene en mi vida y no tengo que estar dando explicaciones de lo que hago no me interesa tener una relación ─replico Serena.

Mina dejaba escapar un suspiro porque su hermana era tan testaruda, pero a la gran Mina Kou nadie le daba una negativa.

─ Perdóname por lo que voy hacer ─se acerca a ella y la levanta de su asiento ─pero que vestimenta es esta parece que vas a un funeral necesitamos ir de compras, pero será otro día ─no lo podía creer porque no se parecía a ella en andar bien vestida a la moda.

─ Es la ropa que me gusta y va acorde a mi trabajo ya que es un lugar de trabajo bastante serio ─se defendió la rubia de pelo suelto.

─ Comprendo que nuestro trabajo es serio, pero no un funeral tienes que vestirte con ropa de tu edad y no de una solterona amargada ─suelta una risotada.

En ese momento Mina recordaba a donde quería mandar a su hermana como era posible que lo olvidara, ese plan de Yaten y de ella que habían planeado desde hace días.

La llevaba arrastras no dejaría escapar la oportunidad de que Serena conociera a su cuñado, por supuesto que no y se tenían que enamorar de él por algo Yaten la llamaba la Diosa del amor. Serena quería replicar por la forma en que la sujetaba, pero Mina le daba una mirada asesina mejor no menciono nada y se fueron a casa de su hermana.

Una Cita a CiegasWhere stories live. Discover now