La verdad

15 4 0
                                    

¿Sabes lo difícil que es para alguien como yo abrirse a una persona?

Siempre he tenido una empatía muy fuerte, pero mostrar cariño abiertamente me es difícil.

Sé que no fui la mejor amiga, y que probablemente no te abracé todas las veces que lo necesitabas.

Y lo siento. Realmente lo siento.

Y, sin embargo, no puedo evitar sentirme estúpida mientras escribo esto.

Lágrimas recorren mis mejillas.

Un nudo en la garganta.

Miles de voces gritando que no es culpa mía.

Que yo no rompí la relación.

Que fuiste tú quien nos cambió.

Quien me cambió .

Por un grupo nuevo, más amor, el principio de una nueva amistad.

Y sí, me duele.

Duele saber lo rápido que decidiste.

Lo rápido que tiraste a la basura años de amistad.

Pero lo que más me duele, es lo tonta que fui.

Que sigo siendo.

Porque, a pesar de todo, soy yo la que sigue llorando.

La que sigue con un nudo en la garganta cuando hablan mal de ti.

La que te echa de menos.

La que te necesita.

Pero no va a poder ser.

Porque ya has rehecho tu vida.

Has avanzando y me has dejado atrás.

Y supongo que me alegro, porque quiero verte feliz.

Pero en el fondo de mi alma, junto a todas nuestras conversaciones.

Noches en vela.

E incluso confesiones que solo nosotros sabemos.

Tengo la esperanza de que vuelvas.

Que me abraces y me digas que fue un error.

Que me quieres.

Que me necesitas.

Que fui tan importante para ti como tú lo fuiste para mi.

Pero no va a pasar.

Porque tú te fuiste, y yo me quedé.

Tú lo superaste, yo aún lo intento.

Así que solo deseo poder olvidarte.

Quitarme este dolor de dentro.

Sacarte de mi mente, de mi vida.

Porque yo también merezco vivirla.

Sin ti.

(EX)Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora