Hay un rincón en mi cuarto,
ayer lo empecé a mirar,
me mata,
me hace llorar de pura soledad.
Antes del amanecer cuento los segundos,
porque ayer empecé realmente a mirar,
todas las noches hay alguien cuando me derrumbo,
no tiene nombre y le gusta chillar.
Hay un rincón en mi cuarto,
ayer lo empecé a mirar,
me tranquiliza,
me canta para que deje de llorar.
Después de un largo rato,
me empecé a plantear,
si cualquier tipo de ente me mira,
¿de qué me podría matar?,
no tengo tiempo para estupideces,
asústame y vete ya,
daré la luz si no obedeces.
Hay un rincón en mi cuarto,
ayer lo empecé a mirar,
hablo con el de vez en cuando,
sabe que lo paso muy mal.
Al final rompí las leyendas,
las que decían que un monstruo me iba a comer,
el mío se cuela por debajo de las
puertas,
ahora charlamos y lloramos también,
yo le cuento que temo a un sentimiento aun más terrible que él.
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Memorias de un poeta dramático.
PoetryMe siento triste y quiero cantar, pero estoy en un lugar público, prefiero rapear, rimar en mi mente, coger paoel y boli, escribir enlazados versos que en mi cabeza retumban fuerte.
