1-Mewni esta en peligro

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La gotera del techo es un ruido que no puedo soportar, no sé cómo he podido controlarme y no salir a pelear. Doy vueltas en la habitación mientras que Marco está mirando al piso, en su mirada hay preocupación, sé que le preocupo. Pero en este momento tengo cosas más importantes en que pensar.

-Star, tienes que calmarte, me estas poniendo nervioso - Dice Marco parándose de su asiento.

Yo no sé qué pensar, la batalla que se está librando a las afueras de Mewni es muy importante y yo aquí metida en una guarida como una cobarde, mamá de seguro habría ido a la guerra. No sé porque estoy aquí todavía. Y esa maldita gotera me volverá loca. De repente siento unas manos que me sujetan por los brazos, miro al frente un instante y me doy cuenta de que estaba a punto de caer por las escaleras, miro a mi espalda y Marco aún me sujeta con firmeza. Dimos unos pasos para atrás y después me soltó con delicadeza.

-Star, eres mi mejor amiga y te quiero, pero ya debes calmarte.
-Marco ¿cómo quieres que me calme? Mi pueblo está allá afuera librando una guerra y yo aquí adentro haciendo nada.
-Star...-Quiso decir
-Y ni siquiera sé si van ganando
-Star...
-Soy una mala reina por mandar a mi pueblo solo, ellos no saben combatir- mi respiración se estaba alterando, me imaginaba a mi pueblo masacrado.
-¡STAR!... - miro a Marco y veo en su cara frustración, sigo la dirección de sus ojos y me encuentro con la cara triste de Mina. Ella estaba llorosa, con paso lento se acercó a mí. Al cabo de unos cuantos segundos de silencio incomodo me miro con esos ojos llenos de preocupación, se veía insegura, como si estuviera a punto de dar una mala noticia.

Marco estresado recargado en una esquina esperando que es lo que Mina podría decir. Si previo aviso y de manera extraña ella se abalanzó sobre mí y me abrazo, el acto me tomo por sorpresa y me dejo inmóvil, no sabía que hacer o qué decir, solo me quede ahí, quieta.

-Ya no ay tiempo mi reina- Empezó a decir Mina- nuestro ejército callo solo es cuestión de tiempo para que mewni caiga por favor no dejes que pase.
-¡Mina!- Dije con cara de espanto por sus palabras. Casi inmediatamente mi guerrera y gran amiga callo en un estado de coma o sueño profundo. Me pongo de cuclillas en el suelo y sujeto su cabeza con delicadeza.
Desesperada ya no sé qué hacer si seguir aquí o ir a luchar, Marco se acercó a mí con delicadeza mientras yo estoy hundida en dolor y tristeza por mi pueblo y por Mina.

-¿Qué le pasa a Mina?- dice mi fiel amigo más por obligación que por preocupación.
-Estará bien- digo casi llorando- Mina fue creada con magia, no es una mewmana normal, ella vive por el pueblo, si es pueblo cae, Mina también. Solo necesita unas horas para reponerse. Mientras tanto ayúdame con ella. -Marco la cargo entre sus brazos y la recostó sobre la cama. Luego gira la mirada a mi dirección y nota mi preocupación.
-Star debes de tranquilizarte todo estará bien sé que saldremos de esto como siempre lo hacemos no te preocupes
-Marco, esto no es como cualquiera de las otras veces en las que Ludo iba a la tierra y ya, en esas ocasiones solo éramos tu y yo, pero ahora nuestra gente va cayendo poco a poco me siento una inútil aquí encerrada sin hacer nada no sabes el dolor que yo siento.
-Star, crees que no se tu dolor toda esa gente muriendo ahí fuera yo me siento culpable al tampoco poder hacer nada aquí encerrado siento tu dolor - sus manos me tomaron por los hombros mientras me miraba a la cara, su voz se volvió más suave y dijo- aunque no soy su rey o algo parecido pero la gente de mewni la considero mi familia. Pero piensa que ellos necesitan a su reina fuerte, si te capturan Mewni caerá, y Eclipsa habrá ganado.
-Marco, yo no sabía que tú pensabas así de la gente de mewni...
-Star, ya debemos calmarnos y esperar a que el ejército restante haga algo.- dijo y dejo caer ambas manos, soltando así su agarre.
-Está bien Marco, como digas, pero si cae más gente no sé qué pasara conmigo.
-¿Por qué no vas a practicar alguno de tus hechizos?-dice mientras señala afuera.
-Sabes que sin mi varita no soy muy buena con la magia, además la última vez no salió como lo esperábamos- digo casi amargada.
-Sí, casi le cortas la cabeza a Ruberiot- dice con una risa cálida.
-Oye, no es mi culpa que él se metiera al medio, además aún estoy aprendiendo a eso de la espada de mágica- digo dando excusas mientras colocó varios mechones de pelo detrás de mí oreja.

Deberás no sé cómo haré esto, no sé cómo guiar a Mewni por mi cuenta, y sin el apoyo de mamá no creo resistir más.

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