Capítulo 1

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Desperté aturdido en la habitación de mi hermana, pero ¿Qué hago aquí?, intento levantarme, pero me doy cuenta que estoy atado a la cama, mientras los recuerdos comienzan a llegar a mi mente.
Mi nombre es Alexander soy un chico de 17 años con una vida totalmente normal, desde que mi padre murió mi madre ha sido la encargada de cuidar de mi hermana mayor Alice y de mí. Nosotros nunca tuvimos una buena relación fraternal, pero la situación nos obligó a cambiar radicalmente, nos volvimos más unidos esto debido a que nuestra madre pasaba todo el día en el trabajo y no regresaba hasta muy tarde, por tal motivo nos convertimos en los responsables de los deberes del hogar.
Las cosas no eran perfectas pero pintaban para bien o al menos eso pensaba, todo cambio aquel día en el que decidí experimentar por primera vez los placeres que yo mismo me podía proporcionar, debido a la emoción olvide cerrar con llave la puerta de mi alcoba, mi hermana se encontraba en su habitación realizando sus tareas, decidió tomar un pequeño descanso para ir al baño, el cual se encuentra frente a mi cuarto, al llegar noto que me encontraba muy callado lo que era poco común, tras lo cual decidió revisar solo para asegurarse que todo estaba bien, al notar lo que yo me encontraba haciendo emitió un fuerte grito seguido de una disculp por no haber tocado la puerta, inmediatamente cubrí mi miembro con una cobija que se encontraba sobre mi cama, intente explicar le que era algo totalmente normal, más no tuve la oportunidad pues Alice cerro con gran fuerza la puerta y corrió a su cuarto, me vestí y me dirigí a su cuarto para poder hablar con ella, cuando estuve frente a su puerta intente abrirla más esta estaba totalmente cerrada desde dentro, toque varias veces sin recibir respuesta alguna, resignado volví a mi cuarto, intentaba pensar en que decirle para aclarar este asunto, pero mi mente se encontraba totalmente bloqueada, me encontraba asustado y nervioso, pues no quería que nuestra madre se enterara de lo sucedido, durante esa noche apenas pude dormir.
A la mañana siguiente era más que evidente que la situación entre nosotros esta muy tensa, durante el desayuno no hubo interacción alguna, ambos partimos con rumbo al colegio, el día transcurrió como cualquier otro sin nada más que tareas y aburridas clases, sin embargo, para mí era imposible dejar de ver el rostro apenado de Alice. No soportaba la idea de que nuestra relación se destruyera a causa de la lujuria de un chico que quería experimentar cosas nuevas. Al salir del colegio me encamine a casa con la determinación de arreglar las cosas, cuando al fin llegue, pude notar que ella no se encontraba en la sala haciendo sus tareas como era costumbre en ella, me dirigí a su cuarto para revisar que las cosas se encontraran bien , note que la puerta se encontraba entre cerrada, entre en el mismo con rapidez, ella estaba cambiándose y no pude evitar observar su perfecto cuerpo como un idiota, al notar mi presencia lanzó un grito sumamente agudo, cuando termino de gritar me saco de ahí a golpes los cuales propinaba con bastante fuerza, cunado al fin estuve fuera del mismo azoto la puerta con furia, quede atónito con lo que acaba de pasar, cuando por fin reaccione me dirigí rápidamente a mi cuarto pero no podía dejar de pensar en el hermoso cuerpo de Alice, así que solo comencé a brindarme placer mientras imaginaba como seria el poder acariciar, tocar y disfrutar de ella, en ese momento llego a mí la idea de hacerla mía y fue así como logre llegar al punto máximo de mi excitación, en un estallido de placer y deseo termine mi indecente acto provocado por el cuerpo de mi hermana, desafortunadamente fue solo una vil y absurda fantasía creada por la lujuriosa mente de un chico .
Salí de mi cuarto minutos después guiado por un delicioso aroma que provenía de la cocina, cuando llegue pude notar su hermosa silueta, llevaba un pantalón ajustado lo que me permitía admirar su firme y hermoso trasero, además de portar una blusa con un pronunciado escote el cual dejaba algo expuestos sus firmes pechos, me obligue a mirar en otra dirección ya que esa escena comenzaba a excitarme, ella volteo sonriendo y me pidió que acomodara la mesa, salí en dirección al comedor para realizar lo que me había solicitado, durante ese proceso no podía dejar de admirarla, al terminar ella sirvió la comida, estábamos por empezar a comer y fue en ese momento en el que me arme de valor para hablar sobre lo sucedido el día anterior, ella me interrumpió diciendo que era algo totalmente normal a mi edad y que en algún momento lo haría, solo me pidió que la próxima vez asegurara la puerta o hiciera algo para que ese incidente no se repitiera, rápidamente me levante y la abrace por no haber dicho nada de lo sucedió a nuestra madre, la cena transcurrió de manera normal, al terminar la comida y la limpieza nos quedamos en la sala viendo una película, haciendo algunas bromas. Al cabo de unas horas cada quien se retiró a su cuarto, el silencio se apodero de la casa rápidamente, yo comencé con mis deberes, al pasar algún tiempo pude notar que ese silencio era interrumpido por algunos extraños sonidos, decidí buscar el origen del mismo el cual me guio lentamente hasta el cuarto de mi hermana, mientras más me acercaba los ruidos comenzaban a convertirse en tenues gemidos, al llegar frente a su puerta pude notar que esta se encontraba entre abierta, me asomé para saber qué era eso que generaba aquellos  gemidos, lo que vi tras la puerta me dejo atónito, ella se encontraba recostada sobre su cama, solo portaba un sostén con encaje color negro y unas largas medias negras con un encaje muy parecido al del sostén, podía observar cómo se proporcionaba placer con un objeto de forma fálica de gran tamaño y con un color un tanto raro, su expresión reflejaba tal excitación y lujuria, estuve observando ese acto por un momento, pero sin hacer ningún tipo de ruido y sin moverme de mi lugar, esto con tal de que Alice no pudiera notar mi presencia, casi de manera inmediata mi cuerpo y mi mente comenzaron a reaccionar ante tal estimulo, me invadía la idea de entrar en ese cuarto y hacer la mía, más la parte racional de mi mente me lo impedía, estaba por irme a mi habitación para desatar mi lujuria de manera desenfrenada, cuando una dulce voz dijo mi nombre, era Alice quien me llamaba, lentamente gire mi cabeza hacia donde ella se encontraba, ella me estaba mirando y sin más solo dijo: “porque no dejas de pensar tanto las cosas y solo entras a cumplir el deseo que nos consume a los dos”, yo estaba asombrado por lo que acaba de escuchar, no dude ni un poco y solo me adentre en aquel cuarto, ella me veía con una mirada de total perversión hasta que estuve frente a ella, se acerco a mi y antes de que yo pudiera hacer o decir cualquier cosa ella me beso de una manera apasionada, yo respondí de la misma forma, comenzó a alarme hacia su cama y al estar sobre su cama ella me recostó para poder posicionarse sobre mí, comenzó a despojarme de mi ropa como toda una experta a lo cual yo respondí retirando la única prenda que me impedía admirar su hermosa figura, cuando termino de quitar todo lo que impedía el rose de nuestros cuerpos, movió sus manos hacia mi entre pierna y como si fuera una maestra empezó a estimular mí ya erecto miembro, yo por otro lado comencé a estimular su ya excitada vulva con mis manos, en momentos mordía sus labios tras lo cual ella emitía unos tenues y delicados gemidos, los cuales dejaban al descubierto su sed de placer, pero en un momento ella simplemente se detuvo y dijo: “Creo que es momento de subir de nivel”, esto me emociono, solo podía preguntarme ¿qué es a lo que ella se refería con subir de nivel?, se apartó de mí y dirigiéndose a su armario susurro: “No te muevas”, tras lo cual empezó a buscar entre algunas pequeñas cajas, yo esperaba recostado en la cama viendo el hipnotizante movimiento de sus caderas, provocando que mi deseo de lanzarme sobre ella se volviera incontrolable, pero en mi mente aún rondaba la duda de saber ¿Qué era aquello que buscaba con tanto apuro?, así que simplemente obedecí y espere, hasta que al fin se detuvo, volteo en mi dirección y sin más se acerco con las manos en la espalda, al llegar frente a mi nuevamente me beso yo respondí sin dudarlo, podía sentir como sus manos recorrían mis brazos hasta que sin previo aviso me esposo a la cama, al principio esto me produjo un poco de temor, más este se disipo casi al instante, pues la idea de estar bajo el total control de Alice era algo que me excitaba, por mi parte yo continuaba besándola, tras una juguetona mordida en mi labio inferior se apartó, más sus labios besaron centímetro de mi cuerpo en dirección a la entrepierna, cuando al fin llego ahí comenzó a realizar me una felación, usaba su lengua para lamer cada milímetro, yo solamente disfrutaba de esa increíble sensación, sus suaves labios en conjunto a su juguetona lengua, detuvo aquel acto mientras cambiaba lentamente de posición, coloco su suave monte venus sobre mi cara mientras decía: “No te quedes con todo el placer”. Esas palabras fueron todo lo que yo esperaba escuchar, comencé a saciar mi deseo lamiendo y mordisqueado lentamente su entrepierna, yo estaba cerca de terminar, sin más se detuvo yo continuaba con mi cunnilingus, ella llego al clímax máximo del placer terminando en una marejada de deliciosos fluidos que resbalaban sobre mi rostro, ella sin más se desplomo a mi lado aun retorciéndose de placer.
Al cabo de unos momentos se reincorporó, me miro y pude notar que en su mirada se reflejaba la más pura depravación, lanzo una risa burlona mientras lentamente acercaba su boca a mi oído y susurrando menciono: “Es hora de empezar con la verdadera diversión”, tras un rápido beso en mi cuello comenzó a mordisquear mi pecho mientras descendía lentamente hasta llegar a mi abdomen, sin embargo esas tiernas mordidas aumentaban el placer dentro de mí, pronto sus mordidas aumentaron en fuerza y entonces lanzo una pregunta: “¿Deseas continuar con esto?”, sin pensarlo conteste: “No hay nada que quiera más en este momento”, ella respondió entre murmullos: “Si en algún momento deseas parar con esto solo debes decirlo”, esto me causo un poco de temor, pero la curiosidad en mi ser era aun mayor, tras lo que dije: “¿Por qué querría detener esto?”, de ella emano una juguetona sonrisa.
Y fue de esta forma como la diversión comenzaría, me encontraba algo temeroso, Alice noto esto y solo dijo: “No llegare más allá de lo que desees”, esas palabras lograron disipar mis miedos. A un costado de la cama se encontraba  una mesa de noche de la cual extrajo un antifaz que posteriormente me colocaría, la sensación era algo totalmente indescriptible, al cabo de unos momentos en silencio que para mí fueron como horas, pude sentir un objeto algo frio cerca del abdomen el cual tenía una textura algo rugosa, “Primero hare que pidas piedad” menciono entre risas, a lo que respondí en tono un poco desafiante : “Eso no será fácil”, soltó unas fuertes carcajadas, sin más deje de sentir aquel objeto y fue entonces que recibí un suave golpe en el abdomen el cual provoco que cada centímetro de mi piel se erizara por la excitación que me había provocado, “Empezare suavemente” me susurro al oído, tras lo cual recibí un golpe un poco más fuerte que el anterior, yo había tomado mi decisión de no hacérselo fácil, después de cada golpe había una pequeña pausa solo para ver si de mi emanaban las palabras con las cuales habría de ceder el control total, tras disfrutar de ese excitante dolor durante un tiempo, finalmente sucumbí ante tal castigo, ella coloco lo que suponía era un collar con una pequeña argolla metálica en el centro del mismo, con una voz dulce pero firme dijo “ahora me perteneces”, se recostó junto a mi y sin pronunciar palabra alguna comenzó a besar mi cuello con ternura, lentamente

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2019 ⏰

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Un incestuoso deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora