Novio Demonio (Metallica, Klars) ONESHOT

Capítulo único.

Advertencia:

Contiene auto-lesión y delirios celotípicos.

Palabras: 1851.

Espero que les guste.

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No quiero admitirlo pero estoy celoso, muy celoso. Y molesto, obvio. Creo que paso más tiempo de brazos cruzados y con el ceño fruncido, que sonriendo y pasándola bien con Lars, como corresponde.

¿Cuándo fue que todo se fue a la mierda en nuestra larga relación amorosa? Diría desde que empecé a cambiar de look de forma exagerada, y tal vez mienta. Toda esta basura comenzó a finales del 91', en la gira por el Black Album. Recuerdo que él comenzó a juntarse con rockeros famosillos del momento y lo nuestro pasó a segundo plano.

Al principio lo dejé pasar como si nada porque, bueno, así yo tenía tiempo para mis aficiones y él se divertía con amigos, yo sé que las relaciones no deben consumirse en obsesión... ¡Pero no funcionó! O sea, el mejor, mejor ejemplo es que yo era muy amigo de Slash y mi novio lo odiaba pero aún así pasaba encima suyo todo el rato, ¡ignorándome! Él salía más con mi amigo que yo, ¿eso tiene algo de lógica?

Oh, y Sebastian, ese desgraciado... ¡Mala influencia total! Mi bebé no dejaba de hacer cosas estúpidas por culpa suya, se volvió ególatra, que bueno que ya no se juntan, hubiera sido capaz de partirle la cabeza con un hacha y no exagero. Tuve ganas de terminar, no lo hice, soy cobarde, además de que adoro demasiado a Lars para hacerlo, estaría llamándolo al día siguiente, entre lágrimas, rogando que regresemos. He imaginado esa situación tantas veces, en diversos escenarios, mas el guión es la misma puta mierda.

No puedo dejarlo ir, por más que me duela lo que me hace, es imposible. Él me pertenece, debe aprenderlo por las buenas o por las malas.

La gira finalizó y caí en depresión, estuve yendo constantemente a psicoterapia, no me atreví a abrir la boca sobre los celos por vergüenza y sentía otras cosas en mi corazón que dolían el doble. Suena ridículo, no obstante, hice lo posible para que pensaran que estoy bien. No quiero medicarme, drogarme, no quiero ser considerado como 'loco', le temo a... Mierda, tengo miedo de todo.

Mi notoria falta de salud mental hizo que los focos iluminaran mi cuerpo y Ulrich por fin se dignó a preguntar por mi estado. Soy de nuevo el protagonista, esos mimos y palabras bonitas parecieron suficientes por el momento. Ahora las siento tan vacías.

Tengo que admitir una cosa: Todo lo romántico a mi percepción iba fatal, como si fuéramos amigos o peor aún, conocidos. Pero, el sexo, por la santa mierda, el sexo era espléndido. Él sabe mis puntos débiles, sabe cómo hacerme rogar por más, me enloquece como ningún otro. Es tan intenso y apasionado en cada encuentro que tenemos, que tengo bastante plantada la idea en mi cabeza de que quizá sólo me busca por eso, que soy el único capaz de satisfacer sus necesidades sexuales y ninguna puta experta podría.

Temo de que me sea infiel, no quiero que mi amor le resulte insuficiente. Es terrible ser usado sólo para fines sexuales, y miren que he llorado mucho por esa idea, de todos modos, prefiero ser un juguete sexual a quedar en el olvido. No quiero por nada en el mundo que me engañen con alguien mejor que yo, no puedo estar sin Lars. No puedo estar solo, no lo imagino.

Y... los focos cegadores fueron a parar a otro lado. A James. Estamos trabajando en un nuevo disco y ellos como compositores principales, pasan mucho tiempo a solas. Odio, odio eso. No quiero odiar al rubio por este tipo de incidentes, sin embargo, aguantar tanta asquerosidad... trato de ser fuerte. Demasiadas lágrimas derramé.

Mi novio se enoja cuando me hago cortes, me amenazó en el pasado con terminar si seguía. Busqué otras formas de causarme dolor: Alcoholizarme con el fin de vomitar compulsivamente. Compro peluches adorables y los apuñalo cuando nadie me mira, despedazo el relleno, apuñalo las paredes... Hay unas cuentas marcas visibles en el comedor, a nadie parece importarle ese detalle que dejé a propósito, para que se preocuparan por mí. Para que Lars se preocupara por mí. Viene a cenar, degusta lo que yo cociné en esta habitación y ve los agujeros alargados en las paredes, ¿cómo no pensar que algo extraño sucede? El guión sigue como lo escrito: Vamos al sofá a ver una película de terror, no la acabamos de ver puesto que la carne es débil y follamos como si no hubiera mañana. Es tarde, vamos a la cama y follamos otra vez, así hasta agotar nuestras energías por completo. Ni siquiera un "¿por qué tienes tantas botellas tiradas en tu cuarto? ¿No me invitaste?". La situación se repitió las veces suficientes para dejarme en claro que no le intereso y me está dejando de amar.