La Oyente.

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Viernes trece de octubre, estoy en posición fetal debajo de una mesa de mi salón, una brisa de sangre llega a mis manos y los gritos de los compañeros que seguían en pie, atravesaban las barras que hacia con mis manos sobre mis orejas, las balas desgajaban las mesas y las sillas con las que se cruzaban, de reojo vi a Amanda arrodillarse frente a mí, su suplica de "por favor" se frenó en la "v" cuando la bala la atraviesa por su ojo. Ella fue la última en caer aquel día de clases.

Nunca Sabre que la llevo a realizar tal masacre, siempre fue una chica callada que se sentaba al frente del salón, no participaba pues ella no estaba inscrita en la clase, ni siquiera en esa carrera, entro de oyente con permiso de la maestra, pues le dijo que quería decidir si esa era una carrera que le gustaría estudiar, y la buena maestra con afán de ayudar a un joven a decidir, se lo permite, Oliva se llamaba ella, tenía un centro particular en su hablar y un temple sereno.

Era una chica extranjera normal hasta donde se veía, era la primera en llegar y la primera en irse, únicamente responde a los saludos que le dirigían, no convivio más de lo formal con nadie, por lo que fue una sorpresa para mí cuando me dirigió la palabra después de un examen que me devasto haber reprobado; el día que entregaron los exámenes me quede sentada mirando el pedazo de hoja frente a mi, y a diferencia de otros días, Oliva espero a que todos se fueran , incluso yo pensaba quedarme ahí hasta que ella se fuera, la maestra ya me había indicado que cerrara bien al salir; nos quedamos solas y mientras yo hacía muecas de rabia, Oliva se acercó a mi <<Es solo un examen>> dijo, moví la cabeza y le respondí, que no era solo un examen, era todo, que no valía la pena la decepción de ver que equivoque mi esfuerzo sacrificando mi vida y energías por adquirir conocimientos que ni siquiera me importaban, que odiaba cada momento en ese lugar y que solo quería que acabara, que yo no era como mis compañeros, yo no prometía ningún avance a en los conocimientos, que era tan difícil, lo que otros manejaban con tal facilidad, <<lo odio Oliva, esto no es lo que me hará feliz>>le dije ya sin guardar las lagrimas, hable con ella como con nadie, hable con ella como si hubiera hablado con el espejo, Oliva me escuchaba y me ofreció un pañuelo; Oliva se volvió mi mejor amiga, entiende lo que le decía y me retroalimentaba como si ella misma lo sintiera, oliva nunca convivio con nadie más de lo normal, solo conmigo, intercambiamos teléfonos y nos mensajeábamos, íbamos a tomar café y comíamos juntas, jamás la vi exaltarse a más de una sonrisa; Pero, a mi mente viene aquella confrontación, que tuvo con un compañero, yo daba un punto ante la clase, sobre el único tema que manejaba a la perfección, entonces un compañero dio un argumento atacante pretendiendo dejarme en un papel de incompetente, apreté mis labios y mire a Oliva quien tenía el ceño fruncido y la mano empuñada, mi respuesta hacia aquel idiota se vio pospuesta por mi sorpresa al ver a mi amiga de una forma tan antinatural en ella;<< pero que idiota>> exclamo en voz alta y atrajo hacia a si misma todas las miradas, hablo de forma fluida y extendida argumentando en pro de lo que o había dicho, no dejo hablar a nadie pues ella lo dijo todo, termino de hablar y salió del salón, diciendo que me veía más tarde cuando paso junto a mi. Después de ese día, los demás pasaron normales, sin duda la conmoción había sido por escucharla hablar, pues las discusiones eran comunes, Oliva y yo seguimos con nuestra amistad, y ahora que sabía todo lo que ella conocía me ayudo a estudiar en mis siguientes exámenes, me decía que yo era competente para hacer lo que quisiera, y hablábamos de la idiotez que a muchos les llegaba al volverse expertos en cierto tema. Oliva siguió siendo mi mejor amiga, incluso ahora entiendo que por eso me insistió tanto el día de ayer, en que debía tomarme el viernes para descansar, Oliva sabia lo que, el viernes 13 sucedería, ella sabía que ese día ella me enviaria un mensaje largo, en plena clase, yo miraría mi celular y leería el mensaje que trivial y sin sentido al final cortando con el texto decía "Metete bajo la mesa".

POM-POM-POM. Uno tras otro.

La mesa volo sobre mi cabeza y, aquí esta ella, se quita el cubrebocas, la miro y ella a mí, sus ojos verdes inmutables, la escopeta en una mano, la desert Eagle en la otra; la miro con miedo a pesar de que era mi amiga, la desert me apunta, y ella habla <<No hagas esta mierda, si no es lo que deseas, no estés aquí, si para ti no vale la pena; busca ser feliz, hazlo por ti, y si quieres una motivación ...hazlo por ellos, que ya no pudieron>>.

¡POM!, solo uno para mi, me hace sangrar, pero la ayuda alcanza a llegar a mi. ¿Qué habrá querido decir? ¿Me dio a entender, que hizo por mí? ¿Que sucede y a dónde fue? Espero que este bien, por alguna razón mi pecho se siente ligero, puede ser cruel, pero realmente, no había dolor por una perdida, ellos, ni siquiera eran mis amigos; pero Oliva, ella si era mi amiga, la extraño y espero este bien, le enviare un mensaje, que no creo conteste. Tomo mi celular y abro la aplicación de wattsap ¿Qué sucede?, no está su número, encuentro su conversación, aquí esta, pero no su nombre, solo el registro de un numero con lada, ¿se borró el nombre? ¿cerro su cuenta?, un minuto... este es mi numero.

La OyenteWhere stories live. Discover now