Ya no más [Sabo x Ace] (One-shot)

Entre Gemidos y Suspiros

—¿Crees que dejará de llover? —preguntó el pecoso, mirando a través de la ventana. Él era un hombre lobo, el cual conservaba su forma humana junto con sus orejas y cola, y a la hora de cazar activaba su forma completa de lobo.

—No creo —respondió el menor, recostado y balanceándose en la silla de su escritorio con su sombrero de copa tapando sus ojos—. Por los truenos y el viento, parece que la tormenta seguirá hasta la mañana.

Era de noche y la tormenta había causado un apagón. Ambos estaban en su cuarto, y lo único que tenían de luz era una vela.

—Entonces... ¿no tendremos luz hasta mañana? —volvió a preguntar.

—Es lo más probable —respondió sin dejar de balancearse. Una media sonrisa se formó en la cara de Ace y se acercó a su amante con intenciones de jugar un rato con él, y no precisamente de la buena manera.

Juntó sus labios con los de Sabo en un apasionante beso, haciendo que éste dejara de balancearse y que su sombrero cayera. Sujetó las mejillas del rubio para profundizar aún más ese beso que los estaba volviendo locos. Él agarró la mano del menor y tiró de ella para levantarlo de la silla y, luego de un par de besos más y unos pasos hacia la cama, aventarlo hacia el colchón. Prosiguió a desatar la corbata de volantes de su compañero para desabrochar su camisa mientras lo besaba con pasión. Metió su mano debajo del pantalón del rubio, pero éste lo detuvo.

—E-Espera... —suplicó Sabo tras cortar el beso—. Quiero ser yo el activo esta vez... —dijo serio, mirando al lobo a los ojos, el cual comenzó a reírse de lo que acababa de decir el menor.

—¿Tú? ¿Activo? —volvió a reír, agarrando con la mano que estaba dentro de sus pantalones el miembro del rubio, haciendo que éste hiciera una cara de placer, cerrando los ojos y emitiendo un suave gemido— ¿Haciendo esa tierna cara cuando apenas te toqué? Imposible.

—¡Entonces no quiero hacerlo! —exclamó ofendido de que se riera de él.

—¿Eh~? —se quejó— ¿Solo porque eres el pasivo? Pero si ya lo hemos hecho varias veces~ —Besó a Sabo dulcemente en los labios para convencerlo—. Prometo que seré gentil.

—Está bien... —accedió resignado. Seguido, ambos juntaron sus labios apasionadamente. Al romper el beso, Ace bajó directo hacia los pezones para lamer uno y estimular el otro mientras masturbaba al rubio, el cual suspiraba y gemía en respuesta.

A Sabo no le molestaba que Ace lo tocara; en realidad, era lo que le gustaba de ser el de abajo. Lo que no podía soportar más era lo salvaje que era el lobo al dar y lo injusto que era que solo él fuera el que recibiera.

El pecoso prosiguió a sacar los pantalones del rubio junto con su ropa interior. Sacó del cajón de la mesita de luz que estaba al lado de la cama el lubricante, vertió un poco en su mano y lo aplicó en la entrada del menor para meter dos dedos de repente, haciendo que Sabo se estremeciera y gimiera. Al meter y sacar los dedos de su entrada, hacía que la habitación se llenara de gemidos y suspiros del rubio.