LA DECISION DE MADISSON

Eres mia por siempre

Me encontraba sumamente relajada, pero eso no duró mucho cuando sentí una gran sombra al bajar un poco los lentes lo miro confundida. Estaba ahí parado mirándome serio

—Tenemos que hablar Maddi

—Y si no quiero?—. Pregunto desafiante

—Maddi, no me hagas obligarte

—Pues, no quiero

Todo paso muy rápido, me encontraba como un costal de papas arriba de Dan, me tenia agarrada de la cintura y de mis piernas, ya que, empece a patalear como loca, veo su buen trasero. Ufff! Esta para comérselo, me muerdo el labio inferior borrando todo tipo de pensamientos perversos

—Bien—. Me baja y me mira expectante

—Espero que sea una buena causa, en a verme interrumpido en mi baño de sol—. Digo un poco enojada

Veo como suspira y se acerca a mi peligrosamente, instintivamente doy pasos atrás chocando con la pared sin apartar mi vista en la de el, se acerca con cautela y acaricia mi mejilla, nos miramos a los ojos sin decir nada. Acerca su rostro y entre abre sus labios

Esos labios tan suaves, que me volví adicta a ellos, nos fundimos en un cálido y tierno beso que fuimos profundizando poco a poco, su brazo rodea mi cintura atrayendo me mas a el mientras tanto subo mis manos a su cuello, siento como su mano va bajando hasta hagarrar mi trasero, gimo y siento como sonríe.

Nos separamos por falta de aire, pego mi frente con la de el y susurra roncamente:

—Eres solo mía

Y ahí entendí que no saldría de esta bodega en unas horas

***

—Jessi me pasas mis sandalias

—Voy

—Gracias—. Por centésima vez, me vuelvo a ver al espejo, para ver si estoy bien. Ya que hoy iríamos a una fiesta en la playa y quería verme bien para Dan

—Amiga, te vez preciosa —. Dice mi amiga sonriendo

—Gracias y tu te vez muy sexi, con ese cuerpaso quien no te come eh

— jajajs tranquila, recuerda que tengo solo y solo el puede—. Sonríe como una chica enamorada mientras gira como niña pequeña hasta caer en la cama

—Es que el es tan... Tan...

—Ardiente?

—Aparte, es tan lindo y si supieras como es en la cama—. Sonríe pícaramente, alzando sus cejas repetidas veces niego levemente

—No hace falta saber esa información Jessi

—jajajaja vamos—. Me da una nalgada diciendo.— los chicos nos esperan

—Vamos