❝Familia feliz❞

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La casa estaba desalojada a esa hora de la noche; eso fue lo que Kim JongIn aseguró a SooJung al pedirle que lo acompañara a su vivienda, de donde debía recoger un documento de suma importancia que había olvidado esa mañana encima del desastre de su escritorio.

KyungSoo no llegaría sino hasta pasada la media noche, puesto que era viernes y los viernes permanecía en la oficina durante más tiempo del habitual.

Rondaban las 10:00pm cuando aparcó su vehículo frente a la hogareña fachada. El farol dispuesto en una esquina del pequeño jardín de la entrada era lo único que aluzaba el exterior, debido a que no había casas alrededor, al menos no cerca. Al comprar la casa, él y KyungSoo hicieron la elección con la convicción de un hogar en un ambiente de calma, lejos del estrépito del pueblo y de vecinos ruidosos.

SooJung desabrochó su cinturón y antes de bajar del auto, se apoyó en el asiento para acercarse a él y plantarle un vibrante beso en la mejilla. JongIn se limitó a sonreírle y salió. Caminaron uno junto al otro a través del camino de rocas lisas que desembocaba en la entrada. La chica se colgó de su brazo mientras que él rebuscaba en sus bolsillos hasta hallar las llaves. Ella no lo soltó ni siquiera cuando logró abrir la puerta, pero lo hizo al indicarle que pasara primero. Mientras que la seguía al interior, JongIn elevó la cabeza, alcanzando a vislumbrar una luz encendida en una de las habitaciones de arriba a través de una ventana cubierta por una cortina brumosa, antes de que fuese repentinamente apagada.

Al entrar, vio que SooJung ya estaba acomodada en uno de los sillones de la sala. Habían estado bebiendo en un pequeño y escondido bar del pueblo antes de dirigirse a la casa, por lo que el alcohol seguramente la había aturdido. Luego se quitarse de encima la chaqueta y de colgarla en el perchero, se aproximó a ella.

—Espérame aquí —pidió, asumiendo que, de todos modos, ella estaba lo suficiente azorada como para siquiera levantarse—. No tardaré, recojo la carpeta y enseguida nos vamos.

—Mi amor, espera —lo interceptó, levantándose y caminado hacia él. Descubrió que no estaba tan afectaba como lo había creído. SooJung ni siquiera se tambaleaba al avanzar. De pronto, le rodeó el cuello con los finos brazos y se paró de puntillas para alcanzar sus labios. La boca de la mujer albergaba un resabio a alcohol, JongIn omitió una mueca ante el sabor—. Hay que divertirnos un poco, ¿sí? Todavía nos queda tiempo antes de que tu esposo llegue.

—Dudo que sea buena idea, preciosa.

—¿Por favor? —Ella usó el tono de galanteo que funcionaba con casi todos los hombres. JongIn bufó, aferrando las manos a su cintura. Era cansino cuando SooJung no quería entender las cosas—. Vamos, JongIn, tomamos un par de copas y luego... —Uno de los largos dedos se paseó con su pecho, pretendiendo tentarlo—, luego podemos usar tu cama.

—Preciosa, tengo que recordarte que ese documento es importante, hoy es el día límite para entregarlo, de lo contrario ni siquiera habría venido —argumentó. Para que ella lo dejara libre, tuvo que robarle un beso, sólo así lo soltó—. Te traeré una copa de vino para que lo bebas mientras vuelvo, ¿estás bien con eso?

—¿Tengo opción?

—No.

La chica se dejó caer en el sillón cuando JongIn se alejó de ella para ir hacia la cocina. No encendió ninguna de las luces, sus ojos ya se habían acostumbrado a la penumbra, sin mencionar que conocía a la perfección cada espacio de su hogar. Se puso a pensar en su esposo mientras vertía la bebida en una copa. ¿Cómo se encontraría? En los últimos días lo había notado agotado por el trabajo, ya era necesario que se tomara un descanso. Esa noche se lo iba a sugerir.

Mientras tanto, SooJung aguardaba, aburrida, en el mismo asiento. Se echó sobre su espalda, contemplando un momento el techo. JongIn estaba demorando más de lo debido porque definitivamente servir vino no era una tarea que tomara demasiado tiempo. Cansada de esperarlo, se levantó. Pretendía encontrarlo en la cocina, sin embargo, como un parpadeo fugaz, una idea llegó a su cabeza. Quería acostarse con JongIn.

Familia feliz » KaiSoo OneshotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora