Edward y Bella son amigos desde niños .
Edward proveniente de familia adinerada, no le importan para nada la clases sociales de las personas solo lo que hay dentro.
Bella naciendo en una familia humilde , lo generosa y bondadosa cr...
Se sienta en los muebles de madera, me gusta como ha quedado todo, las paredes claras y los muebles oscuros, los jarrones con flores, todo. Ahora solo le falta el calor de un hogar, el calor de Bella.
-Yo estoy lista para este paso ¿y tú?- pregunta con una sonrisa
-Por supuesto- la abrazo con fuerza y la beso, de doy una vuelta pegando su espalda a mi pecho. En este instante estoy más que feliz- solo falta tu toque, algunos detalles tuyos, quizás unas fotografías nuestras, lo que haga de esta casa nuestro hogar- acaricio su vientre con mis manos y dejo un casto beso en su cuello, justo donde se une su hombro y cuello. - es hora de dormir.
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La llevo a la habitación que será la nuestra , le digo que se ponga cómoda mientras yo voy al auto por nuestras maletas, cuando llego a la habitación me extraña ver a Bella en el mismo lugar en el cual la deje hace más de 15 minutos.
-¿qué ocurre?-
-nada solo, esperaba las maletas para cambiarme- musito tan roja como un tomate maduro
-Aquí tienes- digo extrañado, dejo las suyas en la cama- quizás quieras acomodar todo en el closet-murmuro señalándolo
-claro- musita con timidez
-Bella no soy un desconocido- le digo molesto con su actuar- no sé qué te ocurre, pero si no me dices...- me callo abruptamente al sentir sus labios sobre los míos.
Me besa como hace mucho no lo hacía, Sonrió y sigo su beso, enroscando mis brazos en su cintura.
Le sigo el beso con entusiasmo, es solo cuando siento sus manos soltar los botones de mi camisa, es cuando entiendo lo que quiere.
-¿amor?- digo entre sus labios
-¿mmm?-
-no, no Bella- digo tomando sus manos y apartándola suavemente de mis labios.
-¿porque?-pregunta ruborizada, con los labios hinchados y rijos por nuestros besos.- estamos casados.-
Por primera vez en estos días, no amo precisamente escuchar esas palabras. Cierro los ojos buscando fuerzas para resistirme a ella.
-no así amor, no insistas, hoy no.-murmuro igual de decepcionado que ella. Baja su cabeza, cuando voy hablar corre directamente al baño, cerrándolo con seguro.
-esto es una mierda- digo en voz baja halando mi cabello con frustración.
Voy hacia la puerta cerrada, toco una, dos veces sin obtener respuesta.
-Amor te amo, lo sabes. -suspiro sentándome en el suelo, recostando mi cabeza a la puerta-te deseo, como un loco, justo en este momento tengo un problema-musito mirando mi pantalón- solo no lo quiero así, siempre hemos tenido nuestras primeras veces juntos y esta no será la excepción. Eres mi esposa, pero quiero que la primera vez como mi mujer sea única e inolvidable.-
