Rotos

50 10 1
                                    

Su latidos se escuchaban como un crujido, como el chirriar de un puerta vieja y oxidada, Muerte anhelaba lo perdido, sintiendo que su estrella brillante había terminado por ser alejada de él, quería a su hombre de nuevo, tenerlo a su lado, poder tener aquel calor de sus brazos. 

FictoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora