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El mundo de las adicciones es complicado, lo he entendido, de hecho, lo estoy superando. Lo entendía todo, a mi familia, a mis amigos. Lo único que nunca quedo claro, es como la muerte de mi hermana gemela me cambio la...
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POV HUNTER
Observo mi reflejo en el espejo.
¡Mierda!
No luzco como un hombre de cuero y motos.
Yo, luzco más bien como el niño idiota amigo de Luisana.
¡Jodida mierda!
No puedo.
Extraño mi cuero, mis jean negro y mi camisa blanca.
-Te ves hermoso -la dulce voz de mi mujer suena y la veo. Ella jodidamente luce adorable, al fin puedo ver el hinchado vientre de su estómago. Ella luce hermosa, con su tejido largo que le llega hasta sus muslos y una diadema de reno.
-Nena... - trato de intervenir.
Ella sostiene mi brazo y mi mundo se detiene. No puedo hacerlo, no cuando ella luce contenta y feliz. Beso su frente y tomo aire.
Golpearé a alguien si se atreve a burlarse de mí. Es la obra de mi mujer y la deben respetar.
Bajamos las escaleras y la ayudo guiándola despacio. Ella sonríe y me lleva al gran comedor. Puedo escuchar el bullicio de mis hermanos y como todos callan cuando entramos. Las caras de ellos son indescifrables, pero mi mandíbula se tensa y ellos saben a lo que me refiero.
-Lindo buzo -dice Clint guiándome a la mesa.
-Habla más y está noche comerás mi puño.
El ríe y Camila no disimula. Lo sé, probablemente un hombre de 110 kg no deba usar estas cosas, porqué los músculos parecen más una montaña en toda esa lana..., pero por mi mujer lo que sea.
Las chicas no dejan de ver a mi mujer. Ella luce condenadamente adorable con esa vestimenta y al ver también su nariz roja y con un brillo, causa amor al paso. Las chicas no dejan de cuidarla y ver si algo le falta. Luisana niega y agarra un bocadito de coco de la mesa, lo muerde y sonríe mientras Mar y su madre se acercan a su lado.
-Un adorable..., ¿Renito?
Golpeo el hombre de Clark con fuerza y él se retuerse. -Auch.
-Dolerá más si no te callas.
-¡Eso sería increíble!
Regreso a ver a la mesa y las chicas conversan efusivas. Tara no deja de reír y Camila la sigue. Luisana me mira y levanta los hombros.
-Es una gran idea.
-¿Qué cosa? -pregunta mi VP.
-Tejer también trajes para ustedes.
-¡En fin de año!
-¿Qué mierda? -preguntan mis hombres.
-Yo no me demoré mucho. Au quedan algunos días para el 31.
