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Han pasado casi tres años y aún no puedo creer que regreso al lugar del cual me fuí. Esa fue la mayor estupidez que he echo en mi vida. Haber dejado mi hogar atrás,Pero en aquél tiempo sólo pensaba en todo lo que una vez soñé y se me abría una puerta para adquirirlo. Y si me preguntan ¿Lograste lo que habías soñado Severus? Diría "sí" pero pague un muy alto precio.
Estoy cansado, viajar al estilo muggle es agotador pero por otro lado te da tiempo de pensar y también de retrasar una llegada.
Y es que volver significa recordar y recordar trae dolor e impotencia porque ya no puedo cambiar las cosas. Estoy a tres minutos de la estación, cruzo el muro y el majestuoso tren de Hogwarts está frente a mí. No importa cuanto lo mires o cuántas veces lo has abordado, te hechiza y te hace sentir como un pequeño de nuevo. Y por un instante sientes la esperanza de un nuevo comienzo pero luego la realidad te da de golpe sacandote de la maravillosa fantasía de la magia. Y es que ese tren me llevaría directamente a mi pasado. Un pasado que siempre fue presente pues nunca dejé de pensarla, a ella, a Granger. Sé que Albus estará esperándome, me atrevo a decir que hasta emocionado está. Lo conozco muy bien y aunque lo aprecio y le respeto como a un padre a veces su insistente manera de meterse en la vida privada de las personas me desquicia. En el tiempo que pasé fuera me enviaba cartas cada semana. Dejé de contestarlas. No quería que siguiera hablándome de Hogwarts, ni recalcandome que el puesto de profesor de pociones o de defensa contra las artes oscuras sería mío si lo quisiera y sobre todo no quería que me siguiera hablando de ella.
Fue mi decisión, solo mía y mía ahora las consecuencias.

Abordo el tren luego se colocar mi equipaje donde corresponde. Cómo profesor de Hogwarts tengo un lugar privilegiado en ese tren. No seré molestado. Y sí, volví para ejercer la docencia.

El tren comienza a moverse lentamente, y luego empieza su marcha más acelerada.
Trato de no pensar y también de ignorar el nudo que se forma en mi estómago y la ligera ansiedad que comienza a invadirme.
Por eso empiezo a mirar el paisaje para despejarme pero... Allí está, el recuerdo de nuestra última conversación me invade y no puedo resistirlo ni negarme a el, así que lo dejo fluir.

- Flash Back -

La puerta de mi despacho fue tocada.
- Adelante.
- ¿Sigues firme en tu decisión?
- Sabes que no suelo cambiar de decisión tan fácilmente.
- ¿Ni siquiera por ella?
- No voy a desaprovechar ésta oportunidad, es lo que siempre he querido.
- Lo sé hijo, es solo que pensé...
- Albus ya estoy viejo, no puedo dejar pasar esta oportunidad, además ella es jóven , puede seguir adelante.

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Lo que no imaginé fue que ella estuviera escuchando todo.

Entró al despacho pues Albus había dejado la puerta entre abierta. Ella nunca pasaba sin tocar, supongo que ese día, no estaba bien.

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- continuación flash back -

- Lamento interrumpir...
- No, no , adelante Granger- dijo Albus- supongo que tienen cosas de que hablar- y así Albus salió dejandonos solos.

- Solo vine a traerte o mejor dicho a devolverte algunas cosas que te pertenecen.
- ¿De que cosas hablas?
Ella destapó la caja que traía y ...

- Este libro de pociones avanzadas que me habías prestado en sexto año.

Lo tomé en mis manos, no lo recordaba.

- También ésta navaja con la que me enseñaste a sacar bien el jugo del bezoar.
En fin hay varias cosas, solo quería devolvertelas.

- Espero que tengas buen viaje.- dijo acercándose a la puerta.

No pude contenerme- ¡Espera! - dije y se detuvo.
- ¿Podemos hablar?
Ella se cruzó de brazos y con la mirada en el suelo asintió.

La verdad es que no sabía cómo empezar esa conversación.

- Granger yo...
Ella bufó pero no dijo nada.
- Esto es lo que he deseado por años. Lo he deseado más que la orden de Merlín primera clase. Una oportunidad en el Ministerio Americano como líder máximo de investigación y manejo de pociones locales e internacionales.
¿No sé si puedes entenderlo?
- Lo entiendo.- dijo seria.
- No podría rechazar esto por nada ni por nadie.

Ahí supe que hablé demás sus ojos se cristalizaron. Derramó varias lágrimas.

- Disculpa- es que no se porque en algún momento pensé que teníamos algo bueno, algo bonito y serio.
- Y lo teníamos, jamás te he engañado, siempre te he dicho la verdad en todo, incluso sobre esto.
- ¿Entonces me amas?
- Por supuesto que te amo pero...
- ¿Entonces porque no te acompaño en ese viaje?
- Porque no puedes, porque no debes y porque yo no puedo llevarte.

-El espacio que me darán al llegar es pequeño.

- Eso a mí no me importa con tal de estar contigo.
- Estás haciendo tu práctica de docencia en Hogwarts, no puedes abandonarlo.
- Puedo pedir un traslado.
- ¡No puedo llevarte!- alcé mi voz- No puedo desconcentrarme en lo que voy a hacer. Apenas podré mantenerme al principio no podría tener otra carga.

Y sí, ahí fue justamente cuando cagué todo.

Ella solo asintió con la cabeza, en silencio con lágrimas en su rostro, se giró abrió la puerta y se fué.

Tuve un impulso por detenerla pero quizás todo sería más fácil si dejara las cosas así.

Seguí revisando la caja que había traído.
Habían varias cartas que yo le había escrito como un tonto enamorado, por ejemplo aquella donde le confesé mi amor.

También encontré la pequeña caja donde le había regalado una pulsera que pertenecía a mi madre. Abrí la caja esperando no encontrar la pulsera y efectivamente me equivoqué, allí estaba y debajo de ella aquella nota.

- Fin del flash back-

Despierto de mis pensamientos y meto mi mano en el bolsillo de mi levita.
No puedo evitarlo, saco aquel papel de pergamino, un poco arrugado y algo manchado y vuelvo a leerlo, he perdido la cuenta de las veces que lo he leído.

Severus:

Has decidido ir por tus sueños, no puedo juzgarte. Mereces el mundo y todo lo que el pueda darte. Te entiendo, quiero ser, me obligo a ser empática contigo, es tu sueño sería egoísta si no lo entendiera. Solo que estar a tu lado era el mío. Hoy voy hasta tí para plantearte que podría irme contigo, no sé qué dirás, no sé si aceptarás, si así fuera sería un sueño para ambos porque me encargaría de hacerte el hombre más feliz del mundo y te apoyaría en todo lo que emprendieras. Pero tengo miedo. Miedo de que lo que sientas por mí no sea tan fuerte como lo que yo siento y no me dejes ir a tu lado. Te amo Severus y no creo poder vivir sin ti.
No podría quedarme con la pulsera de tu madre, no así, solo la volvería a poner en mi muñeca si tú me dijeras que estaremos juntos pero si te vas sin mí, entonces no hay razón para usarla porque entonces significaría que lo nuestro ha terminado.
Tengo miedo Severus, tengo miedo de tu respuesta. Tengo miedo.

Doblé el papel y lo guardé nuevamente en mi bolsillo. Llevo mi mano temblorosa a mis ojos, estoy cansado y aún no he llegado bien y ya me atacan los recuerdos.

/Flash Back/

Tomé la pluma y el pergamino y comencé a escribir.

Granger:

Lo nuestro fue muy bonito, de verdad le quiero pero no voy a rechazar la puerta que me abre el destino. Usted es jóven, inteligente y hermosa. Tiene un futuro por delante conmigo o sin mí usted está destinada a triunfar.
Hay mejores hombres que yo, se lo aseguro.
Ronald Weasley por ejemplo, es su amigo y tanto usted como yo sabemos que usted le interesa. Debe darse una oportunidad con él. Porque yo ya no tengo nada que ofrecerle.
Pero jamás le mentí. Yo a usted la amo.

Severus Snape

Envié la carta esa misma tarde y ya en la noche estaba fuera de Hogwarts y de Londres.

Hasta aquí el primer capítulo espero les guste.

AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora