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"Todo empezó con el beso perfecto... pero siempre estuvimos hechos para decir "Adiós"... y no importa el camino que tomemos, pero uno de los dos debe irse."



Ve anodada el camino mientras el taxi los lleva con rumbo al corazón de la ciudad, haciéndose de las mangas de su acompañante que no deja de contarle los planes para ese fin de semana de estadía.

El centro es demasiado ruidoso, el sur es más lento, como que si la vida no tuviera un ritmo fijo en las venas.

El otro sonríe apenado; sabe que ella es ignorante de casi todo ello, ya que es la 1era vez que se aleja de casa por tanto tiempo y tan lejos. Intenta hacerle voltear hacia él y decirle que todo saldrá bien, que está allí para orientarla.

Esto es raro, para ambos.

Arriban al teatro, notando las filas que poco a poco se acrecentan. Suerte que ellos tienen boletos preferentes, hay pocas personas para el acceso a esa zona.

Él ríe atontado: si no fuera por ese concierto, no podría ver la actitud de niña que muestra en estos momentos, emocionada por escuchar a la banda. Y ella brinca contenta, enredando su lacio y largo cabello negro.

Ojalá que el viaje de sur a medio ombligo del país no sea en vano.

No tiene porque ser así.

Aspira el templado aire que la noche trae y se ve cubierta por los brazos del alto muchacho; el clima puede enfermarla. Platican de lo que regularmente han hablado durante estos años por Facebook. Sí, es la primera vez que lo hacen físicamente y se dan cuenta que nada cambia: son las mismas tonterías mezcladas con vergüenza, las risas y carcajadas de seres ajenos al ambiente, a salvedad de que ahora pueden verse a los ojos y sostener cada una de las frases que se escribían (mucho más difícil ahora). La chica tartamudea mucho, esquivando delicadamente el par de iris pardas del joven.

Aunque eso no le impide coquetearle sin querer a aquel.

La cara le arde por todas las cosas, promesas y castillos de nubes que el muchacho le susurra muy cerca de su rostro.

Ay Dios.

Hace tiempo que le conoce virtualmente. Desde entonces él no dejó de asistirle para que se convirtiera en su "novia" y después de dos años entre quita-pone, helos aquí. Con 12 meses de relación a distancia.

Muy a pesar de uno de ellos. 

La joven bailotea frente suyo, en la espera de que las puertas del recinto se abran.

-Gracias por venir conmigo.- suelta ella -Hace mucho que deseo estar en uno de sus conciertos, desde la 1era vez que los escuché.-

-Sí, lo veía en cada publicación que hacías sobre ellos, llenas de corazones rotos y caritas llorando. Admito que estuve tentado a invitarte pero pues...-

-Estabas desempleado y yo nunca lo hubiera aceptado ¡Que bueno que no lo hiciste!-

-¿De verdad? ¿Aunque rogara?-

-De verdad. Es molesto todo eso... No pongas esa cara. Hubiera sido un gasto innecesario, además ¿Quién te aseguraba que en ese tiempo podría venir al D.F.?-

-Bueno, hay razón en ello ¿A qué horas piensan dejarnos entrar? Ya me desespere.-

-A la hora que tenga que ser. Esperé 5 años para verlos, unas horas más no me harán daño.-

-¿Cinco años?-

-Sip, esta es su 4ta presentación.-

-No podré presumir de haber venido a su debut en el país... Bien podríamos estar en el Dada X o en el Español, pero te quiero tanto que estoy en la Cosa Nostra, esperando a una banda que apenas oigo...-

....Por Última Vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora