La mortecina luz de la vela que casi se habia consumido por completo, cuando se termina quedare totalmnte a oscuras en esta despreciable noche. Odio el echo de estar aqui encerada, me da miedo morir sola aqui y todopor su culpa, por es estoy en esta masacre. Aun recuerdo el dia en que me llamo, pense que me utilizaria de ejemplo para el resto dejando que me pudriera en un calabozo el resto de mi vida, pero no. El decidio que mi muerte sea distinta, distinta en el echo de que nadie pudiese reclamar justicia.
Dentro de la cueba, la vela se consmio. Me quede con una ansiedad en la agonia y sola en el silencio me daba cuenta de que fuera de la cueba no se oia un halito de vida.Trate con todas mis fuerzas de mover la roca que cubria la entrada de la cuenva, cuando alfin pude, sali y lo unico que vi fue un monstruo seguramente creado para matarme. La cosa ahora inerte, parecia atravezada por una lanza. Lanza que solo podria tener una persona, Jenn, tome un cuchillo de mi cinturon para ponerme alerta por si se habia quedado para matarme y dejarme como el estupido mostruo.
Un extraño ruido me llama la atencion, me vuelvo a hacia el arrollo que estaba a la derecha de la cueva, alli la veo, Jenn, la chica que conoci hace tan solo una semana, aquella que me ofrecio su amistad antes de esta estupida masacre. Su cuerpo toma un movimiento combulsivo, decidi alejarme de ella ya que note que no llevava mucho de muerta y de que su asesino podria estar cerca.
Comenze a caminar por el camino rocoso, siempre alerta y sin rumbo fijo,, encontre largos escalones que formaban una escalera. Escalones abajo, lo vi, solo lo conoci en mis peores pesadillas (exagero, pero si estaba hay) Era justo como lo imagine, con miembros bien proporcionados, su pelo negro y lustroso, mire un segundo sus dientes blanquisimos, esos dientes perfectos. Mientras se acercaba un sudor frio recorria mi espalda, me vio con sus penetrantes ojos negros, sus firmes y carnosos labios tragaban saliba igual que los mios.
Se acerco hasta estar 2 centimetros de mi, me quedo hipnotizda en sus ojos y el aprbecha y cñkava un cuchillo en mi estomago, una luz palida y amarillenta me ilumina, lo ultimo que veo fue el rosro arrugado de quie me dejo en aquella masacre, aunque en la realidad solo lo vi a el, , sus penetrantes ojos por ultima vez... algunas decian que tenerlo en frende era un hermoso sueño pero la hermosura del sueño de desvanecio. Lo ultimo que senti fue el final de sus esfuerzos y vi caer mi cuerpo inerte sobre la tierra reseca....
