Catorce

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—¡Karasuno, fight!

—¡Ossu!

Spring High, primeras eliminares para decidir el representante de la prefectura Miyagi segundo partido (Primer partido de la preparatoria Karasuno).

El torneo de primavera... La batalla del Karasuno...

—¡Tengamos un buen partido!

....Va a empezar.

El partido estaba a punto de comenzar. Hitoka se encontraba en las gradas, ya que solo se permitía una manager en la cancha, pero aun así tenía buena vista desde donde estaba. Fue un partido rápido; Karasuno ganó los dos sets seguidos contra Ougiminami.

—Veamos contra quién es el próximo partido —comentó Daichi, y todos fueron a ver el partido de Nishita contra Hakugawa.

—Hombre, pero qué paisaje tan loco. 

—Estaba a su lado hace poco y su altura no es broma. 

—¡Es muy alto! 

—Estamos hablando de 2 metros, ¿¡sabes!?

—¡Eep! —gritaron Hinata y Hitoka, asustando a Kei. 

—¡Ugya! —gritó Tanaka, atragantándose con su banana. 

—Urgh... Un arma... Esa altura es una poderosa arma... —dijo Asahi en pánico.

"Un mono con una banana..." pensó Kiyoko viendo a Tanaka comerse su banana.

—Nuestro siguiente oponente se ha decidido —dijo Kageyama, viendo cómo Hakugawa celebraba su victoria. 

—Debemos vencer a ese gigante de 2 metros, ¡o no seremos capaces de avanzar a la batalla por la prefectura! —dijo Hinata—. Si ganamos el siguiente partido, pasaremos las preliminares y continuaremos en la batalla por la representación de la prefectura en octubre. 

—Definitivamente los venceremos —comentó Daichi. 

—¡Osu!

—Con solo una derrota y todo se acaba... Sin mencionar... ¡Que es un oponente de dos metros! —dijo Hitoka, que empezó a hablar en un susurro pero terminó gritando la última frase.

—¿¡Huwa!? —gritó Hinata al ver pasar al jugador de Hakugawa—. Ugh... Esos dos metros son realmente altos. 

—201 cm y 162 cm, ¿eh? —comentó Yamaguchi. 

—¡Si lo redondeamos, mido 163 cm! 

—201 cm... y 162 cm... La diferencia es de 40 cm —dijo Kei. 

—¡Escúchenme! —gritó Hinata. 

—¡Cua-cuarenta centímetros es del mismo tamaño que Kitty-chan! ¡No es la gran cosa! —dijo Hitoka, parándose junto a Kei. 

—¿Y se supone que debo responderte? —preguntó Kei. 

—Seguramente Pikachu también sería de ese tamaño —comentó Yamaguchi. 

—Y con el Etmopterus lucifer —dijo Kei, siguiendo el juego de Hitoka y Yamaguchi. 

—¿Etmopterus lucifer? —preguntó Hitoka, confundida. 

—¿Qué es eso? —preguntó Yamaguchi. 

—Una especie de tiburón —dijo Kei, indiferente. 

—¡Oooh! —articuló Hitoka, asombrada por lo inteligente que era Kei. Asistía a la clase cuatro y sabía cosas que ella, en la clase cinco, no conocía. —¡Realmente sabes muchas cosas, Tsuki!

El sonido del silbato indicó que el partido estaba a punto de comenzar. Ambos equipos practicaban mientras Hitoka y Kiyoko recogían pelotas para sus compañeros.

—¿Hinata estará bien? —preguntó Hitoka.

Al escuchar eso, Kei se enfureció. "¡Que se joda el enano!" pensó con rabia.

—¿Celoso? —preguntó Yamaguchi, divertido. Kei miró hacia otro lado, pero al poco tiempo volvió a mirar a Hitoka—. Solo admítelo. 

—¡Sí! ¿¡Algún problema!? —respondió Kei, molesto. 

—O sea, admites estar celoso pero no admites estar enamorado de ella. ¿Qué te pasa, Tsuki? 

—Me cuesta admitirlo. 

—¿Por qué?

El rubio nunca lo había pensado. ¿Por qué le costaba admitir que le gustaba Hitoka? Es normal sentirse atraído por otras personas, es normal tener sentimientos... ¿Por qué no quería aceptarlo?

—¿Tienes miedo de que no te corresponda?

Kei comprendió entonces. No solía ser gentil con las personas, ni siquiera con Yamaguchi. Probablemente, debido a su actitud, Hitoka lo odiaba. A pesar de haber compartido momentos juntos, temía que ella no correspondiera sus sentimientos.

Tch —chasqueó la lengua, frustrado.

—Creo que tus sentimientos son correspondidos —dijo Yamaguchi, sorprendiendo a Kei—. Me he dado cuenta de que la miras, y también me he dado cuenta de que ella te mira. Por eso creo que tus sentimientos son correspondidos, pero nunca lo sabremos si no te confiesas.

Kei parpadeó, sorprendido por las palabras de su amigo. Era difícil aceptar lo que Yamaguchi decía, pero una parte de él deseaba que fuera verdad. Miró nuevamente a Hitoka, que se estaba retirando de la cancha. Sus pensamientos se arremolinaron en su mente, entre la emoción y el miedo.

—No sé, Yamaguchi —murmuró Kei, desviando la mirada hacia el suelo—. ¿Y si me equivoco? ¿Y si no le agrado?

Yamaguchi sonrió, colocando una mano en el hombro de Kei.

—Tsuki, a veces hay que arriesgarse para ganar algo valioso. Si nunca lo intentas, siempre te preguntarás qué podría haber sido.

El sonido del silbato volvió a resonar, señalando el inicio del partido. Kei observó a sus compañeros en la cancha, pero su mente seguía enfocada en Hitoka. No quería pasar el resto del año observándola desde la distancia, viéndola reír y hablar con otros chicos mientras sus propios sentimientos permanecían ocultos.

Mientras los jugadores se posicionaban, Kei tomó una decisión. "Es oficial, después de este partido le diré mis sentimientos a Hitoka, o al menos lo intentaré", pensó con determinación. Su corazón latía con fuerza, pero una nueva resolución lo inundaba.

Enamorada de Tsukishima #PGP2025Donde viven las historias. Descúbrelo ahora