Un joven pelimorado se encontraba bajo los brazos de la lluvia. Ya no sabía si eran sus mismas lágrimas o las gotas de agua las cuales rodaban sin parar de sus mejillas.
La pregunta que los espectadores se harían es:
¿Qué había ocurrido en aquel lugar?
–...–
–Te he dicho miles de veces que odio que te acuestes con ella–
Decía el chico de orbes rojos carmesí. Tan hermosos como una joya.
Estaba teniendo una discusión con su novio.El castaño,novio de aquel joven menor que el,soltó un suspiro mientras se cruzaba de brazos
–Y yo odio que te metas en mis asuntos. ¿No entiendes que entre tu y yo no existe nada?–
Eso hizo que el de cabellos morados se quedara como muchos llamarían "shock".
No supo como reaccionar,solo miraba al castaño con incredulidad"¿Acaso lo que me decía no eran mas que mentiras?"
Era la única cosa que rondaba por la mente del joven.
Justo en el momento que el de morado respondiera,ya era tarde,pues el castaño se había retirado de aquel lugar
–...–
Aquel recuerdo pasaba por la mente del chico. El cual,ya empapado por la lluvia no sabia a donde ir.
Sintió que aquellas gotas de lluvia dejaron de caer por ese minuto. Era un paraguas el cual lo cubría.
¿De quién?El chico alzo un poco su vista para notar unos jeans negros,junto a una camiseta de color oscura acompañada de una chaqueta roja.
Supuso que era aquel castaño que tanto daño le había hecho.
Pero no,era nada más y nada menos que un pelirrojo de orbes dorados,casi iguales a dos soles en verano.En aquel momento las lágrimas cesaron y una pequeña sonrisa se apodero de su pálido y fino rostro.
Era Frank,el chico que le había ayudado con su "relación" con Fredrick.
¿Qué estaba haciendo ahí?
¿Acaso no tenia una cita con Cassandra?Esas preguntas se apoderaron de su mente,hasta que sintió una suave braza de calor invadir su cuerpo.
Era un abrazo. Frank lo había abrazado.
Y el,no dudó ni un segundo en corresponderle.Las lágrimas comenzaron a notarse en las mejillas del chico. De nuevo.
– ¿Por qué no me llamaste? –
Se escuchó del chico pelirojo.
El de cabellos morados no respondió. Solo se apego a el mientras se ponía levemente de puntillas para alcanzarle–Lo... Lo lamento...–
Se oyó decir de aquella voz destrozada por el llanto.
El pelirrojo,ya cansado de tantas excusas y mentiras que le había dado aquel chico,hizo lo que jamás había pensado hacer.
Dirigió su brazo derecho a la cintura del contrario para apagarlo a el,y colocó con suma delicadeza el mentón del joven. Limpiando con su dedo pulgar aquellas lágrimas que caían de sus mejillas. Y los labios de ambos no tardaron en juntarse,formando un suave y tímido beso.
El de orbes rojos se quedo atónito ante esta acción casi brusca del pelirrojo.
Sentía toda clase de emoción llegar a su cabeza y bajar por su cuerpo.
Hasta que,el se dejo llevar por aquel calor que poseían ambos.
Posicionó sus brazos en el pecho del mas alto para apegarse a el.El paraguas se había caido, pues ambos tenían sus manos ocupadas. Haciendo que las gotas de lluvia los empaparan a ambos.
Casi el beso perfecto...