Al estar atrapado 100 años bajo el mar, Dio tuvo tiempo más que suficiente para pensar y recordar viejas historias. Y la mayoría de aquellos pensamientos que tanto rememoraba eran sobre ti.
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One Shot (c) @SailorJasper
» Cuento con la tot...
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Dio descansaba dentro del ataúd. Su cabeza se había cocido con el cuerpo de Jonathan, ahora cubierto en sangre debido a la brusca removida por parte del vampiro al Joestar. Desafortunadamente, el rubio no tenía tiempo como para llevarse la cabeza de Jonathan consigo, pero se las arregló para llevarse algo lejos muchísimo más importante.
Un anillo dorado. Su anillo de bodas. La prueba de amor por una mujer y nadie más que una mujer. Tú. Retiró aquel que se encontraba en el dedo del peliazul e intentó colocárselo a sí mismo. Sin embargo, los dedos ajenos era más gruesos que los suyos. El anillo no calza. Una pequeña ola de dolor invadió a Dio. Era una cosa tan pequeña, diminuta, no obstante... le dolía el hecho de no poder portar aquel mínimo objeto.
Se conformó con tantearlo, pasando su dedo alrededor del gran anillo, sintiéndolo. Estaba oscuro dentro del ataúd, pero ya sabía cómo lucía el accesorio, y qué mensaje contenía grabado por dentro.
"Hecho en el Cielo" (Made in Heaven)
Seguramente era la frase ideal, ¿no? No había otra que calzara tan perfectamente con él.
Su mente vaga y luego es inundada por recuerdos de su infancia y adultez.
Recordó a su madre y cómo el bastardo de de Darío la llevó directo a la tumba.
Recordó su juventud junto a Jonathan y cómo el muchacho lo atormentaba.
Pero por sobre todas las cosas, recordó cuándo llegaste a su vida.
Tus padres te dejaron al cuidado del Sr. Joestar, mientras alardeaban de diferentes países para su segunda luna de miel, dejándote por las tuyas, completamente sola.
Oh, qué tonto fue al no ver tu perfección en el momento que posó sus ojos en ti. Quizá tú eras demasiado hermosa para él como para notarlo en aquel instante, pero al final, eso daba igual.
Tú eras de él y él era tuyo.
Para Dio sólo la perfección valía la pena, y tú, lo valías.
¿Tu cabello? Perfección
¿Tus ojos? Perfección
¿Tu existencia?
P E R F E C C I Ó N
Recuerda el día en que contraíste matrimonio con él. Lucías hermosa caminando por el pasillo con tu bellísimo vestido de novia.
