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*Narra Kaito*

Caminaba hasta la casa de los Kagamine. La madre de los niños, Rin y Len, Marissa, era muy amable conmigo, siempre me invitaba a comer con ellos, como en esa ocasión.

 Conocía a aquella familia desde hace tiempo. Mi madre había sido amiga de Marissa desde pequeña así que siempre habíamos sido muy apegados. Desde que mi madre había muerto, eramos todavía más unidos. Eran prácticamente mi familia.

 La familia Kagamine era pequeña. Solo tenia 3 integrantes. Marissa, la madre de los niños, era soltera. Su cabello era castaño claro y sus ojos grises. Marissa era muy amable y paciente, era una persona realmente increíble. Trabajaba de maestra en una escuela que quedan a pocas cuadras de su casa a la cual iban sus hijos.

Rin tenia 15 años. Había nacido unos minutos antes que su gemelo Len y siempre se lo hechaba en cara. Su cabello era corto y rubio, sus ojos eran celestes y grandes. Ella era bastante orgullosa, solía pelear de todo con su hermano Len pero aun así eran los hermanos mas unidos que había visto en mi vida. Ella era muy extrovertida y charlatana, tenía miles de amigas. Rin era inteligente en la escuela pero tonta en cuanto a cosas del amor, se enamoraba de cada chico que encontraba lo que la dejaba muy mal cuando se daba cuenta de que nadie le correspondía por lo que Marissa, Len y yo debíamos consolarla.

Len era físicamente igual a su hermana. Tenían el mismo cabello, los mismos ojos, la misma contextura. Él solo era unos cuantos centímetros mas alta que su hermana, luego todo era completamente igual con respecto a lo físico. Len, a diferencia de su hermana, era introvertido y tímido. Eso se debía a el acoso que recibía por sus compañeros de clases. El era homosexual por lo que era un blanco para las burlas en su escuela. Solo Rin y yo sabíamos eso de Len, el todavía no estaba listo para confesarle sus preferencias sexuales a su madre a pesar de que sabía que ella lo apoyaría. Yo sencillamente lo apoyaba en todo y lo ayudaba cuando se sentía solo. Era como su amigo.

 Luego de unos minutos había llegado a la puerta de entrada. Toqué el timbre y en solo cuestión de segundos un joven de ojos celestes y cabello rubio apareció tras la puerta.

– Kaito!!! – gritó con una sonrisa. Me abrazó rapidamente.

– Hola Len – dije con una sonrisa. Desordené su cabello un poco. El sólo se sonrojó.

 Entré en la casa y Len me siguió. Rin estaba allí con una gran sonrisa. Ella solo se abalanzó sobre mí abrazándome...asfixiándome en realidad. 

– Rin!! Dejalo respirar un poco – dijo una voz femenina con un tono divertido. Rin me soltó y pude ver a Marissa frente a mí con una gran sonrisa.

– Mari! – dije abrazándola.

 Sí, habían sido muchos abrazos para tan poco tiempo.

***

El almuerzo había sido alegre. Siempre era así, Marissa siempre trataba de hacerme reír. Habia sido agradable aquella tarde. 

 Era domingo asi que no tenia nada que hacer así que decidí quedarme en su casa por el resto del día, Marissa asintió rapidamente cuando le conté mi idea. Ella amaba que me quedara en casa y a mí me encantaba estar allí ya que no me sentía sólo.

– Hey Rin! ¿Puedo jugar? – pregunté al verla jugar un videojuego.

– Claro! – exclamó entregándome un control remoto.

Tomé el aparato en mis manos. Estuvimos jugando aproximadamente unos 30 minutos cuando me pregunte donde se encontraba Len. No lo había visto después de que almorzáramos.

Observé el lugar pero no había ninguna señal de él. 

– Rin – dije llamándola.

– ¿Qué? – 

– ¿Sabes dónde está Len? –

– Mmh..Supongo que estará en su habitación, siempre está ahí –

Dejé el juego y subí las escaleras para tocar la puerta de la habitación. Espere unos segundos, no escuché nada. Toqué otra vez. Nada. Busqué por toda la casa pero no lo encontré. Volví a su habitación y abrí la puerta. Sabia que a Len no le gustaba que entrara a su habitación sin permiso pero temía que le haya sucedido algo malo.

 Al abrir la puerta mi mente no llegó a captar lo que veían mis ojos.

 Len se encontraba en el suelo con una navaja en su mano y con su muñeca ensangrentada. La sangre caía su brazo golpeando el suelo. Sus ojos estaban llenos de lágrimas.

– Len! – grité reaccionando. Corrí hacia él y me arrodillé a su lado. Ví la herida sangrando. No sabía que hacer. 

 Ví sus ojos. Estaban llorosos. Me miraba arrepentido. Lo alcé en mis brazos y fui hacia al baño. Abrí el grifo y puse su brazo bajo el agua. El corte era profundo, no dejaba de sangrar.

 Nunca pensé que Len haría algo así, sabia que sufría por lo que sus compañeros le decían pero nunca pensé que le llegaría a afectar tanto.

Tomé un trapo y tapé la herida con este intentando para la hemorragia. Len sólo observaba lo que hacía sin decir ni hacer nada. 

– Len – lo llamé preocupado. Él alzó la mirada y me vio – ¿Qué pasó? –

 Una lágrima salió de los ojos del rubio. Luego otra y otra. En unos segundos sus mejillas estaban empapadas de lágrimas. Lo abrase. Sentía su llanto en mi hombro. Acariciaba su espalda intentando tranquilizarlo. 

Rin apareció por la puerta del baño mirando la escena. Veía confusa toda la situación. Le dije con una se la que se vaya lo que ella hizo sin rechistar.

Len continúan llorando. Me alejé de él un poco y miré su rostro. Sus labios temblaban, secaba sus lágrimas pero estas seguían saliendo. Acaricié su mejilla.

– Len... ¿Te habías lastimado antes? – él me miró. Luego dirigió sus ojos al suelo y asintió. Suspiré. – no vuelvas hacerlo... Por favor. Si algún día quieres volver a hacerlo dímelo y te ayudaré. Pero, por favor, no lo hagas.

Len asintió. Volví a abrazarlo.

– Perdón – susurró – Sé que no debo hacerlo...pero tengo miedo.

– ¿Miedo de qué?–

– No sé. De todos. De todo. De que nadie pueda llegar a quererme y que siempre siga siendo un estúpido gay al que nadie quiere y valora–

– Len, tú no eres eso, y sí hay gente que te quiere. Yo te quiero Len, tu hermana también, tu madre también. Nunca vas a estar sólo – 

Len sonrió. 

***

Aquel día había sido bastante largo. Después de aquella conversación con Len terminé de curar aquella herida y fuimos al comedor a comer algo. No volvimos a hablar del tema.

 Nunca imaginé que Len se cortara. Ahora debía estar mucho más atento a él. Debía protegerlo más. Están dispuesto a hacerlo. A cuidarlo, a protegerlo en cada momento.

No lo dejaría solo.



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Espero que les haya gustado... Fue un poco corto pero bueno es el primer capítulo así que no quería extenderme demasiado.

Si quieren corregir algo haganlo.

Una pregunta....¿Les gustó?

Comenten que les pareció la historia y si quieren que siga actualizando.


Baiiii


*Luka Kagamine*


*-*


Mi Pequeño - Len x KaitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora