Prologo

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Buenos Aires, noviembre 2017

Queridos lectores:
Tengo que confesar que pocas veces en mi vida he escrito una carta… Quizás, hace muchos años, en alguna actividad escolar. Básicamente yo, como la gran mayoría de los veinteañeros actuales, prefiero los mensajes directos vía Facebook Messenger, Instagram Direct o Whastapp porque, aceptémoslo, los correos electrónicos, como en su momento le ocurrió a las cartas y los telegramas, son medios que poco a poco han caído en desuso.
Por todo esto, no fue poca mi sorpresa la noche que descubrí un paquete lleno de cartas. Estaba con uno de mis mejores amigos y habíamos decidido caminar desde su casa al bar que solíamos ir. Esa noche, como tantas otras noches, tomamos la ruta conocida en la cual en más de una ocasión nos hemos encontrado con descubrimientos interesantes como algún libro en perfecto estado que alguien había tirado a la basura o, incluso, un iPod ligeramente accidentado.
Si la memoria no me falla, esa noche tuvo lugar en el 2015, en verano. Mi amigo y yo charlábamos animadamente cuando, a la distancia, vimos a un hombre de alrededor de cuarenta años dejar varios sobres de papel al lado de la canasta de la basura. La curiosidad nos ganó y nos acercamos para ver el contenido: entre muchos papeles estudiantiles, encontramos una carta que comenzamos a leer mientras nos alejábamos… Sin embargo, tan pronto terminamos de leerla, nos dimos cuenta de que una no era suficiente y que debíamos comprobar si había más. Así que volvimos al lugar y rescatamos alrededor de cincuenta cartas.
Obviamente, no fuimos al bar esa noche. Volvimos a casa de mi amigo y comenzamos a leer y a ordenar cronológicamente todas las cartas, cuyas fechas iban desde 2001 a 2006. Fue una ardua tarea pero valió la pena. Nuestro esfuerzo fue recompensado cuando nos percatamos de que las cartas no contienen una sino tres historias de amor adolescente con El Negro como protagonista.
Las primeras impresiones de una pareja, su día a día, sus conflictos, sus dudas… todo esto y más está contenido en este recopilatorio titulado Mostricartas: El Negro.

Espero que lo disfruten.
Atentamente,
Lucas.

Pd: Después de esa noche he tenido la suerte de encontrarme con más cartas, las cuales harán parte de próximas entregas.

Mostricarta I: El Negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora