de orejas y un amor secreto《jjk;pjm》

Capítulo Único

La mamá de Jimin corría de habitación en habitación buscando el toque final para el disfraz de su pequeño.

Esa noche era hallowen, y como todo niño de 10 años, Jimin quería salir con sus vecinos a pedir dulces por las calles cercanas. Y claro, ella como buena madre iba a consentir a su pequeño, como siempre.

Aunque ella no esperó a que su hijo ese mismo día en la mañana fuera a su habitación y que le diga:- Mami, quiero disfrazarme de minnie.- terminando haciendo un puchero que significa 'lo quiero y lo tendré o haré berrinche.'

La mujer quedó perpleja a la petición de su hijo mayor:- Pero bebé, ¿no quieres disfrazarte de vaquita, cómo el año pasado?- sonrió dulcemente.

El pelinegro hizo un mohín con los labios:- ¡el de vaquita es feo!- chilló y cerró los ojos, esperando el regaño de su mami por su cruel insulto, pero la mujer sólo suspiró derrotada.

Y claro, ¿iba a conseguir un disfraz de un ratón que ocupa vestido a las 8 am?, nop, definitivamente no, por lo cual fue a su cuarto de costurera y empezó manos a la obra.

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El sol se estaba escondiendo, pintando el cielo de varias tonalidades rojas, cuando el pequeño pelinegro estaba listo y mirándose al espejo con el ceño fruncido.

Su hermano Jihyun al ver su ceño fruncido y su puchero temblando levemente en señal de que va a llorar le habló:- hyung, ¿a por qué estás triste?

El pelinegro se dio vuelta para mirar a su hermano algo borroso, por las lágrimas que amenazaban salir:- me veo gordito con el vestido, y si me veo gordito no le gustaré a Kookie, y yo quiero gustarle.- llevó una de sus pequeñas manitos hecha puño a su ojito para resfregarselo.

Jihyun al verlo así se acercó y lo abrazó. le hizo muchos mimos sacándole suaves risitas a su hermano. Ya cuando le subió el ánimo diciéndole que era el mejor ratoncito con vestido del mundo mundial, y no solamente porque era su hermano mayor,no señor, porque de verdad el pequeño Jihyun pensaba que ningún feo ratón animado, ni niñitas feas se iban a comparar con su lindo hermanito. Ya preparados y con mucho ánimo, salieron para juntarse con los demás vecinos en la esquina de la calle donde éstos viven.

A cada paso que cada el pelinegro sentía su corazoncito golpear fuertemente contra su pecho que tenía miedo de que éste salga volando, también sentía una molestia en el estómago que hizo que se detuviera.

-¿que pasa, bebé?- su mamá se detuvo y se agachó para quedar a su altura.

Jimin con sus manitos apretó fuertemente su estómago y miró de éste:- Mami, mi estómago se siente raro.- hizo un puchero.

-oh, bebé, ¿te sientes mal del estómago?.-lo miró preocupada y pensando seriamente en devolverse a la casa.

Jihyun se acercó al oído de su madre y susurró:- a por Kookie.- dijo soltando una risita, como si hubiera dicho el más grande secreto de su hermano mayor.

la mamá de los pequeños pelinegros se rió y le explicó a su hijo mayor que era normal sentir eso cuando uno pensaba en la personita que le daba vueltas el mundo.

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Cuando llegaron a la esquina donde todos se tenían que juntar, le fue inevitable sentirse feo a Jimin.

Su Jeongguk estaba apretándole cariñosamente la mejilla a Taehyung, el cual estaba sonrojado.

-¡Jimin, llegaste al fin!.- el gritó de Jin hizo que el pelinegro fuera donde estaba éste, estaba disfrazado de vaquero con varios diseños rosados en su bello trajecito. Jin al verlo acercarse sonrió:- Jimin, ah, te ves muy lindo, pero, ¿por qué esa carita enojada?.- Jin ladeó la cabeza mirándolo con ojos curiosos.

Jimin volvió su vista a Jeongguk y Taehyung:- Mi Kookie está con TaeTae.- se cruzó de brazos.

Yoongi, el cual estaba al lado de Jin, disfrazado de brujo, soltó una risita:- Jimin, Kookie sólo está jugando con Tae.

Jimin dirigió su mirada a Yoongi, casi asesinándolo:- ¡Kookie sólo puede jugar conmigo!-reclamó molesto y con su pie pisando fuertemente el suelo.

Jeongguk al escuchar su apodo levantó la cabeza y observó a Jimin:-¡Minnie!- chilló alegremente para ir corriendo donde él, afirmándose las orejitas que estaban en su cabecita.

Jimin se dio vuelta y observó como Jeongguk corría hacia él, sonriendo ampliamente. Su Kookie si había ido vestido de Mickey, era su Mickey.

Jimin se sonrojó ante su pensamiento y observó a Kookie al frente de él:-Hola Kookie.- dijo sonriendo, haciendo que sus ojitos se transformen de medias lunas.

Kookie le besó la mejilla y agarró su mano:- Mi minnie por fin llegó, ahora estoy completo.- le dijo, con un suave color durazno decorando sus mejillas.

Jimin volvió a sentir una molestia en su estómago e hizo un puchero mientras que con su mano libre se agarraba el estómago:- Kookie, siento algo aquí.- dijo mientras sobaba su estómago.

Kookie ladeó la cabeza y observó su estómago:-oh, mi mami me dice que son unas maripositas que están en el estómago y que sólo aparecen si alguien te hace sentir feliz, como por ejemplo, yo siempre las siento cuando estoy contigo.-sonrió avergonzado de lo que acababa de decir.

Jimin jugó con el bordado de su vestido, avergonzado:-Es que tú me haces muy feliz, Kookie.-sonrió levemente y le dejó un dulce besito en la mejilla.

La mamá de Jimin sonrió, finalmente entendió la razón por la cual su hijo mayor necesitaba ir exclusivamente como minnie, y no como otra cosa fea.

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Jimin, ahora siendo rubio, observó los fuegos artificiales en su máximo esplendor. Sintió como en su cabeza era colocado un cintillo y lo tocó, sonrió al sentir las orejitas de la minnie, en su cabeza.

Miró el perfil masculino de Jeongguk siendo iluminado por los fuegos artificiales, mientras éste se ponía un jockey con las orejitas de Mickey.

-te ves precioso, mi minnie.- sonrió Jeongguk mientras le acariciaba la espalda al rubio.

-tú igual, Kookie, y gracias por traerme.- dijo Jimin sonriendo mientras sentía el calor apoderarse de sus mejillas.

Jeongguk lo acercó a su cuerpo y lo besó lentamente, sus labios moviéndose lentamente, sintiendo la conocida calidez. Jimin agarró el cuello de su amante mientras sus lenguas se encontraban una vez más en el día.

Las personas los vieron caminar juntos, comprar recuerdos del parque juntos, pero sólo los fuegos artificiales, y la luna fueron testigos sus besos, y de sus cuerpos fundiendose, siendo uno solo.