Juntos por siempre

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La vida del destructor de AUs se volvió un bello cuento de hadas. En uno de sus tantos viajes por los diferentes AUs (para destruirlos, obviamente), se encontró con un AU que le llamo mucho la atención, este estaba hecho de azúcar y dulces, todos los seres que ahí habitaban eran seres de dulce, sin duda un universo bastante particular, pero nada que no hubiera visto antes, tenía un cierto parecido a Sugartale y a uno que otro AU que estaba formado bajo el mismo concepto de azúcar.

Error miro con curiosidad aquel lugar, si bien este universo era similar a otros, tenía algo que lo diferencia del resto, en ese AU no había un “Sans” ni tampoco los otros personajes que conforman un AU, estaba fuera de su multiverso, pero ¿Cómo era posible? Siguió caminando hasta tropezar con una casa, la estructura se veía bastante sólida, pero el indiscutible olor del chocolate revelaba que aquello era uno de sus manjares favoritos. Rompió un trozo de la casa, uno pequeño y lo probó, el inigualable sabor del chocolate negro amargo inundo su paladar, emocionado cogió un trozo aún más grande, pero justo cuando estaba a punto de comérselo, siente como alguien lo coge del hombro.

-- ¡Oye! No es educado comerse las casa de los demás – Pronuncio el extraño.

El sentir el toque ajeno sobre su ser desespero a Error, el cual se llenó de gliches que le impedían ver al ser que se había atrevido a tocarlo. Asustado por su inminente reinicio y al estar en un lugar extraño, Error abre un portal hacia el anti-void y entra en él, justo a tiempo ya que se reinició en cuanto entro, sin embargo por el apuro no le dio tiempo de cerrar el portal.

Después una indefinida cantidad de tiempo, Error termina su reinicio y comienza a analizar lo ocurrido, aún tenía el pedazo de chocolate en su mano.

-- ¡Oh! Veo que ya despertaste, estaba muy preocupado cuando te pusiste así de raro ¿Ya te encuentras mejor? – Pronuncio un ser con apariencia de gato color marrón oscuro y sin nariz

-- ¡¿Quién diablos eres tú?! – Grito Error al darse cuenta que detrás suyo estaba un extraño individuo.

-- Disculpa, no me he presentado. Mi nombre es Chocolate y eso que tienes en la mano es parte de mi casa, pero no estoy aquí por eso. Me preocupe mucho al verte así, lamento si te he asustado, créeme que esa nunca fue mi intención.

-- ¡¿Cómo carajo entraste aquí?!

-- Por ahí – Pronuncio Chocolate señalando el portal a su espalda.

Error volvió a reiniciarse, pero esta vez su reinicio solo tardo unos segundos.

-- Tú no eres peligroso. No tengo que preocuparme  por ti – Pronuncio Error con una sonrisa mientras se comía el trozo de chocolate que tenía en su mano.

-- ¿Yo peligroso? No, claro que no. Solo quería saber por qué te estabas comiendo mi casa… Y por si querías algo más para comer ¡Tengo mucho chocolate por si quieres!

-- ¡¿Me puedo comer toda tu casa?!

-- ¡Jajajajajajajaja! ¡Claro que no tontito! Pero en mi local tengo mucho chocolate y otras comidas que puedo convidarte.

-- Mmmmm… Sabes qué ¡No! ¡Largo de aquí! – Dijo Error mientras invocaba sus hilos y envolvía con estos a Chocolate, para después lanzarlo por el portal y cerrarlo.

Sin embargo, no paso mucho tiempo para que Error volviera a ese extraño lugar y se volviera a entrar con Chocolate, el cual siempre se mostraba amable y sonriente con él.

Con el paso del tiempo las visitas de Error se hicieron más continuas. Chocolate siempre lo recibía con una gran sonrisa y un enorme pastel de chocolate y otros dulces que Error devoraba como si su vida dependiera de ello, todo eso despertaba en Chocolate gran ternura, veía a Error como alguien que necesitaba un amigo y se dispuso serlo, aun si no sabía absolutamente nada de él ni de dónde venía.

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