¿Cómo te sientes? ¿Nerviosa, ansiosa, feliz, triste, furiosa? —sobó sus hombros bruscamente y le entregó una bolsita con su nombre que traía el almuerzo.— Tranquila, verás que todo saldrá asombroso. Todo será super “copado” mirá, ya estoy aprendiendo a hablar como una argentina.
—sonrió emocionada.—Mamá, estoy bien. Sólo, no vuelvas a hablar de esa forma. ¿Vale? —la pelirroja dejó salir una leve carcajada mientras su madre le acomodaba la corbata.— Yo puedo, se me hace tarde. Te veo al rato, te quiero. —tomó las mejillas de su madre suavemente y le dejó un pequeño y tierno beso en la frente. Abrió la puerta, suspiró para tratar de tragar sus nervios y comenzó a caminar hasta el famoso Blake South College.
Jimena estaba comenzando a vivir una nueva vida, en otra casa, en otro vecindario, en otro país con personas con otro acento y costumbres distintas.
Extrañaba su hogar, sus amigos.
Pero ésta era una nueva oportunidad tanto para ella cómo para su madre y su pequeña hermana Alicia, quien ya se encontraba en camino al prescolar en el autobús de infantes.
Los nervios se apoderaban cada vez más de ella, el miedo que sentía era indiscutible. Era la primera vez siendo nueva en una escuela, la primera vez que se había mudado y al otro lado del mundo. Lejos de todo a lo que le tenía confianza, no sabía que era lo que le esperaba dentro, pero sabía que no podía quedarse parada en la puerta de la escuela al llegar.Chico fresa, comprende que no voy a ayudarte.—Valente golpeó levemente la cabeza del muchacho con su cartulina roja.—
Vamos chica delivery, yo te he salvado muchas veces, ¿Porque no salvas a tu caballero de armadura de oro?—Luna río antes las palabras de Matteo negando.—
¿No sería armadura de plata?
—arqueó una ceja observando al castaño que se había recargado en el umbral de la puerta.—Me gusta más el oro, es brillante y puro. Como tú. —guiñó un ojo señalandola con el dedo índice para luego dejar ver su resplandeciente sonrisa y sus paletas de conejo.—
Luna se limitó a sonreír levemente tratando de ocultar el rubor que él le había provocado, era estúpido, pero para ella era tierno.
Está bien, seremos compañeros en el trabajo, pero solo en éste, eh. —ambos rieron y ingresaron a los pasillos de la escuela.—
Jimena y Luna iban a cruzar sus caminos pero ninguna de las dos sabrá de que pueden llegar a ser capaces al unirse y ser una sola.
Dos mitades distintas, una pasión y
un amor...

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Loser
Dla nastolatków"No eres una perdedora, eres una amante apasionada." •Portada by: @monsealvarez123 •Todos los derechos reservados.