Una Última Vez [Soukoku] One-Shot

Una Última Vez

Desde que empezó la pelea con Lovecraft y John, Chuya no dejaba de mirar a Dazai. Tal vez por el odio que sentía hacia el , pero había otro sentimiento escondido dentro de esos ojos color zafiro. Era un sentimiento distinto al odio, tal vez...Amor. Amor que una vez los dos compartieron mientras eran compañeros en la Port Mafia.

Dazai era todo lo malo que se podía imaginar Chuya. Insoportable, engreído, con un exceso de confianza muy peligroso. No podía admitir que en un tiempo se enamoró de el frente a los demás miembros de la Port Mafia. Sería demostrarles lo débil que era y sobre todo caer tan bajo. Su orgullo no lo iba a permitir. Toda a las facetas que le mostró a Dazai jamás se las había mostrado a nadie antes. Sólo Dazai sabía con que intensidad lloraba Chuya. Con cuánta intensidad lo amaba. Las sonrisas que eran sinceras ante sus ojos. Los pequeños sonrojos que le daba Chuya a Dazai, que le encantaban mucho al castaño. Los detalles como: rosas, un pequeño oso de peluche, un nuevo traje, un nuevo saco, un paquete de vendas. Todo había sido tan hermoso para ellos dos hasta que ocurrió la muerte de Odaza. Dazai se fue alejando de Chuya con forme pasaba el tiempo. Las únicas veces que se veían era sólo para saciar el deseo de una noche. No sólo eso Chuya empezó a sentir que sólo era un juguete con el cual Dazai jugaba. Un día lo podía querer todo el tiempo y al otro día desecharlo y romperlo como si no valiera nada. Se sentía mal, jamás pensó que Dazai sería tan hijo de puta para tratarlo así. Tanto fue su enojo y tristeza que empezó a fallar en las misiones que le daban. Un día Mori lo llamó a su oficina para saber que era lo que exactamente le pasaba. No pudo ocultarlo más. Le dijo todo a Mori sobre su relación con Dazai.

Flashback.

-Chuya, ¿quieres un poco de vino? Es una botella de mis reservas. - Dijo Mori mientras servía el vino en dos copas, sin esperar la respuesta de Chuya.

-¿Porque me llamaste?. - Dijo con firmeza.
-Vamos Chuya, tu sabes para que lo hice. No por nada soy el jefe y tengo ojos por todas partes. - Le dio un sorbo al vino.

-Lo...siento.- Chuya trago saliva. No sabía que contestar

-No te preocupes. Habla. - Dijo en un tono serio y frío que logró intimidar al pelirrojo.

-Y-yo... No puedo... - Dijo con voz entrecortada. Aguantando las ganas de llorar.

-Se de tu relación con Dazai-kun, fueron muy discretos. Pero tarde o temprano me iba a enterar.- Hizo un breve pausa, tomó vino y luego miró la copa. - ¿Porque estas fallando en las misiones?

-Mori... - Habló Chuya cabizbajo. - ¿Algunas vez te...sentiste utilizado?

-¿Qué? O ya entiendo.- Mori soltó una pequeña carcajada y se paro de su silla.- Dazai ya no te ama ¿verdad?. Es cierto que desde que murió Odaza, Dazai ha cambiado un poco.

-¡¿UN POCO DICES?! - Gritó Chuya con lágrimas en sus ojos. - Desde que ese maldito murió, ¡Dazai sólo me busca para tener sexo!

-Chuya, Cálmate. - Mori miró al pelirrojo.

-No puedo hacerlo...M-me duele Mori... Tal vez.. desde un inicio fue así...- Chuya calló al suelo mientras limpiaba sus lágrimas.

-Chuya. No fue así. - Mori tomó la cara de Chuya con sus manos y lo obligó a mirarlo. - El te ama de verdad. Pero tienes que saber que no todo en la vida es alegría. Nosotros no somos normales. No estamos aptos para amar ni cosas así.

-Pe-pero... El me dijo que-

-Fueron mentiras. Creí que ya lo sabías. No tenemos un futuro el cual nos de todo lo que queramos. Dazai siempre fue así.- Dio un último sorbo al vino y tiró la copa al suelo y le susurró a Chuya. - Jamás tendremos un final feliz. Dazai te mintió.