TIK TAK

CAPÍTULO 1

Sophia

15 de octubre del 2000

Querido David, te escribo ésta carta porque hoy he dado a luz a una hermosa niña a la cuál he llamado Madison. ¿Y sabes quien es él padre? ¡Eres tú! Tienes que venir a verla.

Un beso enorme, tú amada Sophia.

15 de octubre del 2001

David, hace un año que te escribí que tenía una hija tuya, y no se nada de ti. Por favor, soy joven, no entiendo mucho esto de ser madre. Por favor, ven a verla.

15 de octubre del 2002

¿Esto es una puta broma?
Hace dos años que te dije que parí a una cría tuya, y ni siquiera me respondes las cartas. Tengo 24 años me quieres decir porque coño no te has atrevido a ver a tu hija.

2 de noviembre del 2002

Sophia, soy David, la verdad, no se como decir esto... Estoy casado y soy padre. Siento no a verte dicho nada y a verte utilizado de esta manera. Nadie puede saber de la existencia de la niña, lo siento, si lo saben tendré que undirte. Lo siento, de verás.

Y así es como mi madre paso de quererme con locura a odiarme con ella. Al paso del tiempo fui creciendo y fui pareciendome más a David, tenía su pelo marrón casi negro, sus labios carnosos y sus ojos marrones también parecidos al negro.

Hoy es el 15 de octubre del 2017. Cumplo 17 años y aún no he visto la luz del sol. Vivo en el sótano y lo único que tengo aquí abajo son muchos libros y un reloj antiguo.

Oí como tocaban la puerta.

-Te traigo la comida.- Oí a mi madre.

-Adelante...- Intenté no sonar muy fuerte.

Mi madre ya no era la veinteañera rubia con cuerpazo, ahora con 39 años era extremadamente delgada y aparentaba mucha más edad.

Me tiró la comida.

-Voy a ir al supermercado, no hagas ninguna estupidez.- Dijo.

Se marchó y dejé la comida a otra parte y agarré un libro para empezar a leerlo de nuevo. Carrie, de Stephen King.

Me sentía identificada con Carrie, su madre estaba loca y era insegura, como la mía.

Dejé el libro en otro sitio y empece a buscar algo para abrir la puerta, abrí los cajones de los muebles que había, y en uno encontré una horquilla para el pelo, me acerqué a la puerta he hice (como cualquiera diría) lo que hacen en las películas, solo que yo lo leí en un libro.

Conseguí abrir la puerta y salí, empecé a subir escaleras arriba hasta llegar a lo que era otra puerta, estaba abierta. Parpadee un par de veces hasta acostumbrarme a la luz.

No creeais que por nunca ir al colegio sea tonta, la veredad es que tengo un Coeficiente Intelectual de un 190.

Llegué a una habitación la cual supuse era la de mi madre. Abrí el armario y empecé a sacar ropa.

Pronto voy a salir de aquí, y nada me detendrá.

Fui a la cocina y agarre un cuchillo afilado. Oí unas llaves y volví al sótano y lo cerré con la horquilla, guarde las cosas detrás de un mueble y me metí entre las sabanas y me hice la dormida.

Oí como abría la puerta y cogía la comida que no había tocado. Cerró la puerta y oí como subía las escaleras.

Me levanté y empecé a buscar cualquier cosa para des aburrirme, hasta que encontré un trozo de periódico.

"David Black cumple 61 años"

Empecé a leerlo y salía una foto de ese hombre.

Puse mi dedo encima de su cara, cada fracción suya era similar a la mía.

Agarré otro periódico.

"Muere esposa de David Black"

Lo empeze a leer.

"Él multimillonario David Black cuenta secretos, que ni su esposa sabía."

"-Tuve una aventura con una chica 22 años menor que yo. Y no hace mucho me enteré de que se quedó embarazada de mi."

-¡Mentiroso! ¡Hace diecisiete años que lo sabes!- Pensé con rabia. Y mi cara lo decía todo.

Abrieron la puerta. Era mi madre.

-¿Qué haces con eso?- Dijo de mala gana.

Y ahí es donde explote.

-¡¿Porque no me dijiste quien es papá?!- Le grité.

Ella se sorprendió.

-A mi no me hables así. Soy tú madre.-Dijo seria.

-¡Y una mierda! ¡Nunca me has tratado como una madre! ¡Me has tratado como a un mierda sólo porque papá no te quería!

-¡Cállate! ¡No voy a aceptar que me levantes la voz así!- Me gritó ella.

-¿Duele, verdad? Tú te diste cuenta de que te utilizaron para tener una noche de placer. Y yo me doy cuenta de que mi madre murió el día que nací. Nunca me quiso así que empezó a tratarme mal.- Dije calmandome. Y que lágrimas salieran de mis ojos.

Ella no decía nada.

-A ti te dolerá que David no te ame. Pero a mi me duele desde que tengo memoria, nunca he sabido si de verdad me has amado.

Se acercó.

-¿Deberás crees que en algún momento te he querido? ¿Y crees que con unas lágrimas de cocodrilo y un buen discurso voy a cambiar de opinión?- Dijo fría.

La mire a los ojos, y su mirada daba escalofríos.

-Ahora veo que debí acabar contigo cuando aún eras un bebé.

Llevaba un cuchillo con el que me iba atacar. Pero corrí hasta donde estaba el que yo le robé. Corrió hacia mi, pero justo cuando iba a apuñalarme me agache y la apuñale. Cayó al suelo.

-¿Vas a matar a tú madre?- Dijo al notar mis intenciones.

-Yo nunca he tenido madre...- Dije fría, para ponerme encima de ella.

Le saque el cuchillo de su estómago y mire la sangre que estaba en el.

-¿Lo oyes?- Le pregunté.

-¿Qué?- Dijo confundida y débil.

-Tik, tak, tik, tak-Empecé a cantar.- Te voy a matar, tik, tak vas a gritar, tik, tak, nadie te oirá, tik, tak, sangre correrá, tik, tak, el reloj escucharas, tik, tak, será lo último que verás, tik, tak, lentamente sufriras, tik, tak, porque escapatoria no tendras tik, tak, tik, tak- Empece a cantar y reír mientras apuñalaba a esa mujer.

Ya la había apuñalado unas 8 veces. Y la muy desgraciada aún respiraba.

-Eres un monstruo...- Dijo llena de sangre y casi sin respirar.

Me incline para quedar cara a cara.

-Tú me has hecho así...- Dije, para después cortarle la garganta.