Estaba sentado mirándola de lejos, analizando cada parte de su cuerpo, como sus manos se movían, como caminaba, simplemente veia como esa mujer me tenía loco.
Nunca debí entrar en ese juego de seducción en el que por su puesto ella comandó, con su dulce cara engañaba a todos, les hacía cree que no rompía ni un plato, pero en las noches cambiaba, era totalmente diferente aquella chica que conocían los demás, era autoritaria, celosa, tan sensual en su forma de hablar.
Besarla era un delirio, mientras más lo hacía menos ganas me daban de alejarme, tocar su piel me volvía loco, pero su voz.. ¡Dios! Su voz... era totalmente seductora, sentir su respiración en el cuello provocaba que mi corazón se acelerará que quisiera salirse de mi pecho, su forma de hablarme, de decirme que yo era suyo me hacía caer a sus pies.
Esa carita de Ángel guardaba al demonio que era de noche, la mujer que si ella quiere te puede volver loco por ella, que si te besa nunca más volverás a besar de esa manera, que despertará tus mas bajas pasiones y que sólo ella podrá cumplir.. ella es un delirio