Capítulo único

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En Gotham era una noche tranquila de primavera, agradable, tan calurosa como para dormir sin sábanas pero no tanto como para encender el ventilador o el aire acondicionado. Algo extraño a lo que era casi siempre: húmedo y friolento.
La habitación más grande de la mansión Wayne estaba a oscuras, pero se podía ver las luces del baño traspasando desde la puerta. Allí se encontraba Clark Kent, más conocido como Superman sentado en el borde de la bañera pasando una esponja con algo de jabón por la espalda del dueño  de la casa: Bruce Wayne, Batman.

Me cruzaste de la mano y me nacieron dos antenas
Y mientras fotografiaban, sin que nadie nos viera
Se posaron tus deditos como rana en mi espalda

El mayor cerró los ojos al sentir que su compañero dejó la esponja para darle unos buenos masajes en sus hombros, con caricias de por medio. Bruce se paralizó, no sabía como reaccionar, porque ya hacía mucho que no sentía aquél cosquilleo en el vientre, hacía mucho que no sentía sus piernas temblar por unas simples manos que lo acariciaban.

No sabía si moverme, si dejarme acariciar
Me hacen falta las caricias en estas horas de amar
Y un brazo invisible me salió de la pared
De la piel
De mi espalda
Que está extraña de querer

El Caballero de Gotham volteó su cabeza y fijó su mirada en aquellos ojos color cielo de Clark, que estaban cubiertos por los cristales de sus lentes, tan transparentes y llenos de inocencia y ternura, aquellos ojos que lo enamoran cada vez más.
Por que sí, aunque nunca quiso admitirlo, Bruce cayó en el encanto de aquél ser que vino para salvar a la humanidad de cualquier cosa que ocurriera. Lo amaba, quiso evitarlo una y otra vez pero no pudo, lo amaba y ya estaba perdido en aquél hombre.

Se levantó de la bañera para sentarse en el borde al lado del menor y lo besó abrazándolo, sin importar que la ropa del Kriptoniano quede mojada. Y por suerte Clark le correspondió, sonriendo levemente, con una felicidad que desbordaba.
Bruce adentró su lengua a la cavidad del menor mientras sus manos hacían todo un recorrido por el cuerpo del hombre de acero.

Se me estiraban los brazos
Y de allí, desde esa piel
Me salían, una y una largas manos a la vez
Y de pronto tenía ocho y estaban alrededor de ti
Y fué justo cuando con dolor lo decidí

Se separaron sus labios por la falta de aire del humano pero aún así mantuvieron sus frentes unidas y continuaron sus caricias mientras dulces sonrisas adornaban sus rostros.

—Te amo Clark—. Soltó sin mas, ya estaba cansado de ocultarlo. ¿Para qué hacerlo? Sabía que habían muchos desafíos y obstáculos pero si se querían podrían sobrellevarlos todos ¿no?

El granjero dejó relucir una gran sonrisa.

—Yo también te amo Bruce—. Dijo mientras hacía círculos con sus dedos sobre su cadera.

Y volvieron a unir sus bocas.

Que no podía continuar en tan escueta canción
Que tus brazos y los míos hacían una ovación
De cariños que no pueden
Por favor, hazme el amor
Dame toda la energía, que necesito un favor

No querían separarse, así que Clark se separaba apenas un poco para que Bruce tome algo de aire y volvía a arremeter sus labios, hasta que el mayor pudo tapar su boca con la mano para así poder hablar algo agitado.

—Llévame a la cama Kal. Por favor, hazme el amor...—Susurró mirándolo con cariño, una mirada a la que nunca nadie había dedicado, mientras acariciaba sus mejillas suavemente.

No hizo falta una respuesta o más palabras. En un instante el millonario se encontraba acostado en su cama con el Kriptoniano encima suyo besando su cuello.

Para recuperar algo de lo que se echó a perder
Y vivir ya paso a paso con mi cría y su querer
Fuerzas para entender que no necesito mucho más que a mi
Me escribía Perkins Gilman sutilmente en su tapiz

Bruce se deshizo de las ropas de Clark lentamente besando su piel, queriendo que aquella experiencia nunca terminara, mientras que el otro se dedicaba a acariciar sus cabellos sedosos que tenían otra cana.
Al quedar completamente desnudo el menor, se besaron nuevamente y se deslizaron bajo las sábanas, entregándose así a las demostraciones de cariño y a la pasión.

Y trepe por las paredes llegué al techo, te perdí
Se me amarilló de pronto cierto trozo de nariz
Cuando mire hacia mi arriba te vi abajo a mis pies
Y en la tez se me veían amarillo de tu piel

El Caballero de la Noche sentía a Superman dentro suyo embistiéndolo, se sentía increíble.
Gemía, gritaba, y besaba aquellos labios, saboreando la saliva a la que ya se había vuelto adicto.
Contempló el rostro del menor, que estaba bañado en sudor y lo miraba con todo el amor del mundo, hizo un intento de sonrisa gimiendo.
Sentía que todo esto estaba bien, que habían sido hechos uno para el otro.

Y fue que ahí que decidí, manos déjenlo salir
Y dejar que el aire cubra este mítico jardín
Se llenó de aire el mar luego casi no te vi
Y ya cuando regrésaste ya todo resulto al fin

Y así llegaron al orgasmo dejando ir palabras de amor y promesas que seguramente cumplirían.
Clark se recostó al lado de Bruce y este apoyó la cabeza en su pecho, acariciandolo con su mano izquierda, y así los dos descansaron en los brazos de Morfeo.

Pero que noche mas loca y que linda a la vez
Descansar en cuatro notas que yo misma me invente
Tener alas, volar alto de la barra a orinar
Y lograr al fin callarte y a tus manos trasladar

Los rayos del sol traspasaron las cortinas y lograron despertar a Batman que se encontró con el rostro de su amado durmiendo en calma, abrazándolo.
No pudo evitar soltar una leve sonrisa, besó su frente y acarició aquél mechón revelde que siempre estaba allí.

—Gracias por todo cariño, te amo tanto...—Susurró y se levantó para ya vestirse e ir a su empresa sin antes darle un pequeño beso en los labios.

Te doy gracias hoy, por tanto, por aquel viejo lugar
En el que con mis antenas nos logramos conectar
En el que una araña dulce por amar salió de mi
Y me convertí en insecto como Kafka en frenesí

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ESTOY CON MILES DE TRABAJOS Y ME PONGO A HACER ESTO. VERGA.

En fin, gracias al Flozmin se me ocurrió escribir esto.
La letra de esta canción se me hace tan... Bruce (?)

Lo sé, me salió muy dulzón el Señor de la Noche pero verlo así de vez en cuando no está mal ¿no?

En fin, besitos, besitos, chau, chau.

Extraño de querer [SuperBat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora