Doctor tiempo.

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Ha transcurrido un año, un año después de tantas lágrimas y sollozos ahogados en el respirar de una noche.

Ya no te extraño, pero aún me dueles. Fuiste mi primer amor, y por tanto, aún te quiero; siempre te querré.

Hace un mes, me enteré de que habías podido rehacer tu vida, así como yo también pude rehacer la mía. Y la verdad, me sentó como una patada al culo (no encontré otra mejor forma de decirlo) pero al mismo tiempo, una profunda sensación de alivio me inundó.

No creo que, siquiera, tengas la aplicación aún en tu teléfono. Pero si en algún momento llegas a leer ésto, quiero que sepas que me encuentro bien, en la medida de lo posible, y que siempre te amaré. Quiero que sepas que realmente me enorgullece que mi cometido se haya podido hacer realidad, pues si yo te dejé de esa manera tan drástica, fue porque odiando es más fácil olvidar, y así quise que tú lo hicieras. Que me odiaras para ya no doler, para que pudieras seguir adelante. Pues mi mayor felicidad en la vida, en ese momento, habría sido que tú pudieses salir del hueco en el que estabas, sin mí; pues yo era quien te hundía cada vez más.

Te cuento, que después de ti, el amor de mi vida, llegaron muchos errores de mi vida. Que hicieron que me ahogara muchas veces en el pesar de haberte dejado. Pero ahora, ha llegado un chico, un maravilloso chico... (jamás como tú, claro está) que logró recuperar el autoestima que yo había perdido desde mucho antes de tu llegada. Y me siento muy agradecida y feliz por ello, y si de alguna forma te hace feliz, creo que deberías estarlo por completo.

¡Míranos! Quién diría que mi felicidad estaría basada en mi tristeza, pues la única manera de que yo estuviese feliz, era que tú estuvieses involucrado con otra persona que le quitara la drasticidad a tu depresión.

Pues, me alegro mucho, de que hayas podido estar con alguien tan excelente como ella, alguien mucho mejor que yo. Me alegra muchísimo que hayas podido cambiar, y más que todo para bien, y que después de lo que te hice (que, recalco, no fue con intención de herirte) hayas podido conservar tu efervescente escencia, tan noble y singular.

Con cariño.

Para él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora