Capítulo único.

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-Dime Jimin, ¿enserio no iras a la fiesta de hoy, que está organizando Nam?- estábamos en la última clase del día, apunto de salir de esta tortura llamada escuela, y yo solo podía pensar en la cita que tenía con mi cama, pero Jungkook impedía que me concentrara en mi ensoñación.

-Jungkook, por séptima vez, no iré.- toda la mañana, básicamente nuestras conversaciones se basaban en el mismo tema, las tres primeras veces, no me importaba que fuera lo mismo, pero para la quinta vez ya estaba más que frustrado y al séptima vez ni se diga.

-Es que no quiero estar solito.- hizo intento puchero, el cual ni siquiera causaba tanta ternura, para convencerme de ir a la dichosa fiesta.

-Pues entonces no vayas a la fiesta y asunto resuelto.- ni que se fuera a terminar el mundo por no ir a la fiesta.

-¿Siempre tienes que ser así de frio?- si ya sabe cómo soy para que me provoca.

-No empieces, no estoy de humor para tus reproches.-por un momento Jungkook, dejo de hablar y pensé que ya no diría nada, pero de repente comenzó a parlotear de nuevo.

-¿Aun sigues enojado, por lo de anoche?- habíamos roto uno de los jarrones favoritos de mi madre, por estar lanzándonos un balón de futbol americano, Jungkook, no alcanzo a atraparlo y mi lanzamiento fue directo al jarrón, mi mamá al darse cuenta comenzó a hacer todo un escándalo por lo que había sucedido y Jungkook salió huyendo como todo un cobarde, cuando yo ni tenía ni la culpa de los malos reflejos que se cargaba Jeon. Y ahora tendida que encárgame de toda la limpieza de la casa por un par de semanas, por eso andaba de tan mal humor, de solo pensar todo lo que tenía que hacer.

-¿Tu que te imaginas?- en la madrugada Jungkook, se la paso mándame disculpas hasta se había ofrecido a ayudarme con mi labores domésticos, pero por algún motivo seguía muy enfadado con él.

-Te eh pedido mil veces que me perdones, en verdad no era mi intención.

-Ya te perdone.-

-Si se nota, toda la mañana me has tratado como si fuera cualquier cosa.

-Relájate, estas peor que mi mamá, cuando tiene "días difíciles".- y vaya que mi madre era una persona sumamente dramática, pero creo que Jungkook estaba dispuesto a quitarle el título a mi madre el día de hoy.

-Mañana iré por ti a las seis, para que me acompañes al centro comercial, espero que tu humor de los mil demonios se mejore Park.-

-Lo que digas Jeon.-ambos tomamos rumbos diferentes, una vez que había salido de la escuela, porque según el aun tenía que comprar algo para su disfraz y yo me dirigía al segundo infierno del día de hoy justo donde quedaban los trastes sucios, pero antes de eso iré al paraíso de los sueños, porque realmente lo necesitaba.

A las siete de la noche ya había terminado todo mi quehacer, así que fui a mi habitación a tomar una merecida ducha. Después de asearme busque ropa cómoda para recostarme y ver una serie que tengo pendiente.

De repente recordé la fiesta que había, Jungkook y yo estábamos muy emocionados de ir porque a ambos nos gustaban estas fechas y moríamos de ganas de disfrazarnos, parecíamos niños pequeños cuando Halloween se acercaba.

Con un poco de pesadez camine hacia mi armario y ver si con lo que tenía podía armar un disfraz. Al final de cuentas me puse un smoking color negro junto con una corbata del mismo color. Fui a la habitación de mis padres, para tomar un antifaz que era del estilo del fantasma de ópera, ya que era un requisito para poder entrar a la fiesta.

Regrese a mi habitación para darme los últimos arreglos, voltee hacia el reloj de pared que tenía en mi habitación y vi que eran las 11:30, seguramente la fiesta estaba en su pleno apogeo y yo apenas iba saliendo de mi casa.

Mask. ONE SHOT JIKOOKWhere stories live. Discover now