Como de forma rara he empezado a fijarme en ti sin más. Vamos a empezar des del principio y así de paso dejo claras las cosas que siempre nos pregunta tu befa la Marga. Te conocí, bueno, te vi por primera vez en twitter, tenías una foto de perfil como de la mitad de tu cara y me pareciste jodidamente bonita. No bonita como, por ejemplo me lo podría parecer cualquier tía con una cara muy bonita, sino mas bien como bonita de atractiva, como poniéndome nervioso al pensar en hablarte y todo, ese tipo de bonita. Tu twitter era bastante memer, me gustó mucho y te seguí. Una semana mas tarde vi un tuit tuyo conforme estabas haciendo un directo del LoL y me metí a verte. Jugabas muy bien y no tenías ni cam ni habías puesto voz al principio pero luego sí que la pusiste y joder, esa voz me golpeó bien fuerte. Tu voz, al igual que el primer día que la escuché, sigue siendo como una especie de tranquilizante natural de osos pardos de los bosques de Rusia porque te juro que de escucharte hablar en un tono normal me haces estar mejor sin más. Si estoy mal, escuchando tu voz estoy menos mal y si estoy bien, escuchando tu voz estoy jodidamente bien. Pues gracias a tu streaming encontré tu instagram. Nunca había dado un follow tan rápido como ese. Aun recuerdo que casi se me va el ratón de la mano por lo rápido que lo moví en dirección al botón y me hice un poco de daño en el dedo meñique al arrastrarlo por la alfombrilla del ratón.
¡PERO ESPERATE! Que lo mejor está a punto de empezar. Ves que te doy follow y vas y me hablas tu a mi. Bueno, aquí ya mis ojos estaban flipando un poco, para qué mentirnos, me habías sorprendido y total, que empezamos a hablar de forma muy... "culta"? no sé exactamente cómo hablábamos, no sé cómo describirlo al menos, pero me gustaba, era un rollo diferente, nunca antes había hablado de esa forma con alguien. Realmente me aportabas cosas y sentía que yo a ti también. Sentía básicamente que estaba siendo escuchado seriamente por alguien. Fuiste un golpe de suerte, una especie de proyectil de una arma quinética que me dio en toda la cabeza. Gracias a Dios no eres una proyectil muy eficaz porque si no habría palmado un poco. O eso, o la vida o el destino o como quieras llamar al arma que te me disparó es poco potente. Pero dejándonos de tonterías, me habías gustado demasiado en demasiado poco tiempo y empecé a paniquear. "¿Y si no le gusto como eso?, ¿y si no soy su tipo?, ¿y si soy demasiado feo para ella?". Montones y montones de dudas que me empezaban a rondar por la mente, signo evidente de que me gustabas (y me gustas) de verdad.
Pero esto era un problema para mi. Si una chica realmente me gusta... soy otra persona, soy yo pero de una forma muy poco atractiva para las mujeres y lo sé. A pesar de todo, a pesar de ser el yo mas cursi y tonto, tras una larga espera, tras insistirte y aguantar enfados por ser tan insistentes y tras días de agonía al final llegó ese momento de verte en la vida real. ¡LA MADRE QUE ME PARIÓ! Podrías haber venido mas normal, pero no no no, tu no podías venir al primer encuentro conmigo siendo un poco mas modesta. No. Tenías que ser la mujer mas hermosa que he visto en mi puta vida ahí en la boca del metro. Me cago en mis muertos Irina. Maldita seas tu y tu cara de enamoramiento instantáneo. No pero espérate que luego me vienes y me dices que tenías dudas sobre si te encontraba bonita. ¡¿PERO TU ME ESTAS VACILANDO!? No eras bonita, eras la más bonita. Vuelve a leer la frase anterior y destaca el "más" aun más de lo que habías hecho al leerla la primera vez. Porfa va.
Ese día por cierto, no podría haber sido mas bonito, no podía quitarte los ojos de encima, me gustó cada paso que dábamos juntos, me gustaron los sitios que vimos y el aire, hasta las gotas de lluvia que ocasionalmente caían. No pretendo quitarles mérito ni nada a los siguientes días, pero el primer día fue sin duda un día increíble. Oh y el beso. Ese beso que me derritió por dentro. El beso que me das cada vez que nos vemos. Un beso, pero un beso de tus labios. Benditos labios. Pasemos pero, al último día en Barcelona. El día que nos fuimos a la Cosmocaixa. Ese día, perfecto diría yo, fue probablemente uno de los días que recordaré hasta el fin de mis días. Tu y yo en ese sitio, caminando y mirando la historia de nuestro mundo mientras que yo, sin darme siquiera cuenta, no pude evitarlo y caí en ti des de ese momento hasta ahora y espero nunca salir. Me enamoré, sí. Joder sé que era evidente y que no hacía falta que lo ponga tal cual, pero me da la gana hacerlo por si acaso se te escapaba la metáfora. Ahora tu eres mi hogar y yo, pues yo estoy moviendo los muebles para que te sientas lo mas cómoda posible en mi hogar también ya que es ahora tuyo.
Seamos sinceros, pasamos por momentos difíciles, hubo uno que casi nos mata (la relación, no a nosotros... ja, ja, ja) pero realmente des de ese día las cosas han ido a mejor. Hemos tenido peleas, pero los buenos momentos, si nos paramos a pensarlo superan por creces los malo. Pero es como tu dices, a veces una sola cosa mala borra todas las buenas por un instante y nos ciegan. Esto sin embargo, en momentos de enfado es normal supongo pero aquí lo importante es que nos queremos. Te quiero. Y sinceramente, cómo tu me dijiste una vez, "da igual las peleas que tengamos, da igual que nos enfademos y la caguemos, siempre lucharé por estar a tu lado", y es algo que yo pienso al igual que tu. Esa es la esencia de una relación, el sacrificio y la dedicación de uno por el otro. Y sí, estoy corriendo por ti, para hacer lo posible para que estés bien conmigo, y sí, te quiero a mi lado día y noche porque nunca tengo suficiente de tu piel. Dios bendito ojalá pudiese yo hacerte ver lo que siento.
Hasta el día de hoy, que cuando te miro, independientemente de que estés haciendo algo o estés tumbada a mi lado, tu rostro es simplemente algo que me deja sin aliento al mirarlo. El contorno de tus mejillas, el de tu pelo, tus ojos y la nariz que tu tanto odias sin motiva son para mis ojos un manjar. Pero es un manjar poco eficaz porque nunca me canso de comerte con la mirada y cuando no estás a mi lado es bastante frustrante. Sobretodo porque no te puedo tocar los ovarios abrazándote y besándote a cada rato sin motivo.
Llevo un buen rato escribiendo pero me da la sensación de que esto se me está alargando más de lo normal. Igual te vas a asustar al ver este tocho de letras con mis mierdas por todos los lados pero quiero que sepas una cosa muy importante.
Cuando te conocí, yo no tenía ya la esperanza de encontrar otra vez el amor que una vez viví con mi primera pareja. Mi segunda y tercera novia, las dos fueron sin más mujeres con las que me gustaba estar pero no sentía nada especial a parte de cariño, como el que siento por una amistad. Cuando te conocí yo no sabía lo que podrías tu un día aportar a mi vida, ni sabía que esto, este sentimiento volvería a nacer en mi. Te amo Irina, y sea como sea la vida que tenemos por delante, espero sin duda poder quedarme a tu lado y acompañarte.
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