Pesares

Noches de dolor

Ahogare mis penas con aguardiente hasta enloquecer, intente perder la cabeza por las drogas y ninguna podía llenarme como lo hacían tus ojos, podía pasarme los insomnios bebiendo y no llenarían los huecos, pero si me besas se expandiría sobre las abolladuras, he escrito miles de cartas solo para ti ocultas bajo las aguas de los cadáveres que han pasado por aquí es solo un simulacro, si cierro los ojos muy fuertes me mirara justo como tú, porque tú eres el verdadero incendio, soy muy mala amando pero no prometo que lo hare contigo nunca más, no es una amenaza solo escucha los tiros del cielo escondido, ella no será como yo, no dejara notas a sus fantasmas como lo hago yo y si lo hiciera no serias su fantasma favorito así como yo.

El frenesí invade mis huesos como adrenalina fría, estaré tranquila para no llamar la atención, pero a nadie le importa si estoy aquí, no es que quiera atención, pero si muriera justo ahora nadie lo notaria aun el olor fuera tan fuerte como azufre de mis entrañas podridas que escondían los sentimientos como perlas finas cubiertas de papel y tinta.

Me he quedado callada cuando el clavo lastima mi piel no por placer sino por amor, veneno mortal con atmosfera poderosa que invade la muestra de la realidad, maldad pura como lobo hambriento que asecha a su presa fresca, ingenuos débiles, simples mortales,

Llorar es como reír y lo hago por placer, mientras desintoxico la herida me da placer carnal, como tocar tu piel, como escuchar la lluvia y tomar café, como oler el invierno de madrugada, así me llena tu presencia, color a mis sueños grises, creo que existe veneno curable que es ilusión por volvernos a encontrar en otra vida y mirarnos justo como la primera vez que mire el mar con pupilas tan grandes como el tiempo, tiempo que tengo sin oler tu respirar y contemplar tu cabello, podría ser quien lo sostenga entre mis mano mientras crece como la hierba mal, pero todos piensan que estoy loca por las notas que dejo sobre tu altar, cuando muera quiero que leas todas las cartas que he escrito y si te parecen inútiles después de cerras mis ojos te contemplare como el lucero que brilla en una noche de enero cuando todos se abrazan friolento, como yo sentí tus cálidos brazos sobre mi cintura algún año de por ahí tocando fondo por única vez se siente como cáncer en el pecho pero solo son palabras atoradas lastimando cada órgano luchando por salir, pero el orgullo es más grande que la galaxia que descubrí en tus labios. Podría morir sentada escribiendo sobre cómo se siente y aun así no importaría, seria en vano querer tocar el cielo si en vida fuiste un maldito mundano sin gracia, aun así, me rezaran toda la vida la estrella me quedaría muy alta y me daría penas.