helpline || k. sj ; k. th

agosto;

—Línea de ayuda, ¿en qué puedo atenderte?

Aquellas palabras las había pronunciado varias veces a la semana. Debía de hacer mi servicio social atendiendo la línea de ayuda, y, la verdad, cada vez me sentía más exhausto y menos capaz de brindar apoyo moral a quienes lo requerían. Claro que había asistido a cursos para capacitarme, sin embargo, era un trabajo difícil. A menudo, jóvenes desesperados marcaban mientras lloraban y decían que se iban a suicidar. Detenerlos no era sencillo, sobretodo cuando comenzaban a gritar. Yo era una persona calmada, pero un tanto susceptible. Desde el comienzo de aquél trabajo, mi sueño se había visto perturbado por pesadillas y remordimiento. ¿Y qué tal si, en realidad, no era capaz de cambiar algo en esas personas? ¿Era mi culpa? Aquellas preguntas mantenían mi mente ocupada.

Un veintitrés de agosto, él llamó. Un veintitrés de agosto, el cielo se tornó gris y triste. Un veintitrés de agosto...