CREER ES CREAR

Capítulo 1

Mimi
(1 mes antes)
Estaba sentada en la parte trasera de mi auto camino a casa después de salir de una fiesta en mi honor organizada por los premios anuales para los mejores bailarines y coreógrafo s del mundo. La noche fue perfecta estaba nominada en 5 categorías diferentes y en todas ellas fui la ganadora, después acudí a la fiesta para por fin despedir un año que para mi había sido un sueño... pero de repente mientras estaba hablando con mi madre sobre ello sentí un golpe demasiado brusco y fuerte en uno de los costados laterales del auto, haciéndolo volcar una y mil veces a la vez que mis ojos comenzaban a cerrarse por conpleto...

(1 mes después)
Ana
Mientras estaba sentada en mi despacho revisando unos informes, llamaron a mi puerta y di paso, por ella apareció una muy sonriente Amaia(mi chica en prácticas y compañera de piso) con unos documentos en la mano, mientras me decía:

Am- ¿No te lo vas a creer?
A- ¿Qué pasó?
Am-¿Recuerdas la chica que ingresó en estado crítico tras aquel accidente, hace ya un mes?
A-Si por, ¿Qué ocurre con ella?
Am-Ella despertó, ella lo consiguió, salió del coma.
A-¿En serio?
Am-si enserio, entré como hago todos los días desde que llegó hacerle su seguimiento y de repente empezó abrir los ojos, muy preciosos por cierto. Estaba mirando de un lado para el otro y preguntó que donde estaba y pues le tuve que contar todo lo que paso y como llegó allí, ella que shoqueada, por eso decidí venir avisarte, te dieron su caso y ahora es tu paciente principal.
A-¿ Cómo que mi paciente principal?, ¿La dejaste sola?, pero ella ¿ Está bien?
Am- no está sola, Alfred se quedó con ella mientras yo venía hacia aquí para contartelo, pero en ese momento me crucé con el D. Cepeda y me paso el informe sobre ella para que tu llevaras su caso y que después se pasaría hablarlo contigo. Y bueno ella está bien dentro de la gravedad que aún tiene, ella esta consciente y deseando saber que va a suceder ahora.
A- bueno pues entonces vamos a ver como está y allí vemos lo que haremos para con ella.

Salí de mi oficina con mi café en mano, mientras iba pensando en que «por fin la volvería a ver, la chica en cuestión es mi crush he seguido su carrera profesional desde que salió en aquel famoso programa de televisión como cada uno de los paso que a dado trabajando en lo mejores espectáculos del mundo consiguiendo lo que un día se prometió y hoy por fin la tendría cerca pero no de la forma que me gustaría, así que bueno por lo menos estando en el hospital aunque suene mal la tendría cerca y más siendo su paciente principal». Bote mi café en la papelera e intenté serenar mis nervios que comenzaron aparecer.
Amaia abrió la puerta, entramos y por fin la vi, allí estaba incorporada en aquella cama observando todo lo que en ese momento acontecia, hasta que cayó en mi presencia y poso sus ojos en mi y su mirada quedó fija en la mía. Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo cuando nuestras manos se rozaron, algo muy extraño que no soy capaz de explicar, un sentimiento raro a la vez que atractivo. Ni siquiera por mi pareja había sentido eso cuendo nos conocimos, pero bueno tal como nos están llendo las cosas ahora no creo sentir nada más y todo por una buena fachada familiar. No recuerdo el tiempo que estuvimos mirándonos pero largo rsto después un carraspeo por parte de Alfred nos hizo volver a la realidad.
Nos seguimos con la mirada en bastantes ocasiones mientras yo la volvía a valorar y revisaba su informe.
Todo parecía correcto, después de todo ella estaba fuera de peligro, de cintura para arriba sin ningún problema pero de hacia abajo no tanto, sus piernas estaban muy fracturadas y requerían de una operación inmediata para reparar las roturas ocurridas durante el accidente y luego añadirle la recuperación y la rehabilitación.
Levanté mi cabeza de los malditos informe y me propuse comentarle todo lo que ahora sucedería con ella, la vi suspirar un par de veces hasta que rompió a llorar, murmurando a su vez varias cosas que no le entendí. Entre Amaia y Alfred intentaban tranquilizarla, pero por mi parte no fui capaz de acercarme, la observaba llorar y como de vez en cuando alzaba los ojos y me miraba cono dandome paso para ir también, pero no lo hice. Una vez ya más calmada la puerta volvió abrirse dando paso a dos chicas Aitana y Miriam y a un chico Roi sus amigos, fue en ese momento cuando decidí retirarme no sin antes mirarla de nuevo y para mi sorpresa ella me devolvió la mirada con un guiño.

MIMI
Empecé abrir mis ojos, pero la verdad me estaba costando bastante trabajo hacerlo, cuando al cabo de un rato por fin conseguí abrirlos, observé el lugar y en ese momento una voz desconocida me habló, preguntándome como estaba, si necesitaba algo, yo por mi parte le pregunté que hacia allí y ella empezó a relatarme lo que me sucedió para yo estar aquí, no lo podía creer y eso me dejó pensando, ella por su parte salió a buscar alguien para informarles sobre mí.
El tiempo se me hizo eterno, hasta que la chica volvió acompañada por un chico bastante raro y por otra chica que a decir verdad parecía un ángel, que por cierto uno muy hermoso y sexy.
La miré, fije mis ojos en ella, la observé mientras ella para mi sorpresa también me miraba y vaya con la mirada que tenía, como muy penetrante.
De pronto ella habló y su voz me cautivó, quedé embobada escuchandola y mirándola, pero ella no se quedaba atrás, me di cuenta que intentaba no hacerlo pero no sé porqué no podía evitarlo.
Me comunicó que sucedería conmigo ahora, los pasos a dar para poder recuperarme intenté no venirme abajo pero me fue imposible y comencé a llorar, después de un gran año profesional todo se vino abajo por culpa de un conductor borracho que chocó contra mí, todo lo conseguido se vino abajo. La chica que me encontré cuando abrí mis ojos y el chico se acercaron a mí para consolarme y tranquilizarme, pero mi ángel tan solo me miraba y cómo me miraba.
De pronto ella habló y comenzó a decirme que me ocurría y que pasaría conmigo a partir de ahora; que tenía mis piernas fracturadas, al igual que varias costillas y algún que otro rasguño en el rostro.
La cirugía se llevaría a cabo en el momento que yo estuviese lista para después comenzar con la recuperación.
Todo eso hizo un combo en mi cabeza y de repente comencé a llorar desconsoladamente y vi como el enfermero y la enfermera acudieron a mí para consolarme, me fui relajando poco a poco y justo en ese momento aparecieron mis amigos y ahí si que ya lloré como una bebé pero no podía hacer otra cosa, pues todo lo conseguido en mi lucha por cumplir mis sueños se estaba viendo truncada...