Ni en un millón de años.

Capítulo 1

Capítulo 1

Hace 8 años atrás.

-¡Dakota! -Grito Ethan, venia corriendo apresuradamente hacia mí con una sonrisa que abarcaba en todo su rostro.

Oh no , eso significaba algo malo. Problemas.

Nos encontrábamos en un picnic familiar a orillas del río Columbia, nuestros padres acostumbraban a traernos el primer viernes de cada mes, era una tradición rara y una tortura para mi pasar tiempo con el mocoso de Ethan, si nos iba bien terminábamos con ronchones, mordeduras o raspones. No quería venir, pero mis padres me obligaron, Ethan y sus padres se mudarían de ciudad al día siguiente y teníamos que "pasar tiempo juntos". Tenía como media hora que nos habíamos apartado de nuestros padres, había pegado un chicle en el cabello de Ethan mientras este estaba distraído viendo a Savannah Clarkson en bikini ¡tenía que ser hombre! cuando se percató de que tenía un chicle en el pelo comenzó a perseguirme como loco, cuando paramos de correr por que ya ambos estábamos cansados nos dimos cuenta de que ya no nos encontrábamos en el lugar donde hacíamos el picnic , ahora estábamos perdidos.

-Encontré algo que te agradará mucho -Se encontraba algo agitado, llevaba las manos ocultas por detrás, esto no pintaba nada bueno.

-No me interesa, tenemos que encontrar a nuestros padres está oscureciendo. -Me hice la desinteresada aunque era verdad estaba oscureciendo y no me quería quedar más tiempo sola con este demonio con traje de niño. Así que comencé a caminar rápido dejándolo atrás.

Sentí  que algo me había golpeado en la cabeza, me pare en seco. Me llevé las manos hacía el cabello, estaba lleno de un líquido pegajoso. Fui bajando la vista de poco en poco y me llevé con una gran sorpresa del animal con que me había golpeado. ¡Ese mocoso me había lanzado un sapo! Me giré a verlo, estaba riéndose a carcajadas, oh no, esto no quedaría así, la pequeña Dakota nunca se quedaba con los brazos cruzados. Empecé a correr hacia su dirección.

-Eres un pequeño caga pañales, ahora si te mato. -Grité mientras corría detrás de él, tenía que darle puntos esa mierda con patas era muy rápido pero yo no me quedaba atrás agarré velocidad y cuando estaba a punto de caerle encima escuché la voz chillona de Savannah.

-¿Pero qué estás haciendo Dakota? Deja de comportarte como un hombre por dios, eres una dama, o bueno, eso es lo que dijeron los doctores. Ah, tu madre me mando a buscarlos que ya nos vamos. -Savannah era una niña de 9 años de pelo rubio dorado, era ondulado y brilloso, sus ojos eran color miel. Es bonita, pero lo que tiene de bonita lo tiene de engreída y sangrona. Se encontraba parada a un metro de distancia donde me encontraba encima de Ethan, quien se estaba quejando, que nena no aguanta nada.

-Arpía, si quieres dormir en paz hoy, dejarás de molestarme, ¿recuerdas que le sucedió a tu hermosa cabellera en la víspera de Navidad? Si no para ayudarte a recordarlo de nuevo -Sonreí, un día anterior, Savannah había ido con sus padres a mi casa, había dicho a mis padres que me había visto muy cariñosa con Sabrina Foster, ¡me acusó de lesbiana!, mis padres platicaron conmigo tres horas enteras acerca de mi sexualidad, hasta que los convencí que no lo era. Es misma noche fui a la casa de esa pequeña bruja y le corte el pelo mientras dormía.

Me miró con horror.

Caminamos en silencio hasta donde se encontraban nuestros padres guardando las cosas del picnic. Cuando llegamos mis padres comenzaron a regañarme, siempre lo hacían estando con Ethan.

-Dakota, ¿ya te despediste de Ethan? -Preguntó mi madre, ella suponía que no lo había hecho y estaba en lo cierto.

-Nada más te advierto que no lo abrazaré, huele a popo ese niño. - Hice una mueca. Mi madre solo me dio una mirada de advertencia y me llevó hacía el coche de los Roe.

-Hasta luego, mierda con patas, que te atropelle un autobús antes de dejar crías tuyas en este mundo. -Sabía que me estaba ganando un castigo, pero que más daba, ya me lo había ganado por haberme ido con Ethan lejos del picnic.

-Nos vemos intento de niña fallido, al menos yo si tendré novia pero no creo que a los demás niños les gusten las chicas que parecen tablas de planchar. -Dijo sonriendo, eso señores, había sido nuestra despedida

Holaaaaa, jashdja se que es muy corto, pero veré si la novela funciona, si no, tengo un proyecto en mente. Espero que les guste, besos.