Una Noche De Sustos

   Las noches en Gotham siempre suelen ser frías, solitarias y tranquilas, claro para los que no se atrevían a ir a las zonas más peligrosas de la ciudad, lugares en donde si entras era probable que no salieras con vida, pero aquella noche como cada año era diferente.

   En toda la ciudad las calles eran iluminadas por los negocios que normalmente, a esas horas, ya estarían cerrados, y en las zonas residenciales cada entrada era decorada por lámparas de llamativas formas, en algunos de los jardines había pequeñas lápidas con zombis y los árboles eran decorados con telarañas, fantasmas y algunos murciélagos, por las calles paseaban niños y niñas de todas las edades, con disfraces de todo tipo, desde princesas hasta monstruos, en busca de las preciadas golosinas.

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   Faltaban pocas horas para la media noche y frente a la mansión Wayne se encontraba la familia Kent, Jon vistiendo un disfraz de pirata y traía consigo una calabaza de plástico para sus dulces, mientras que Clark y Conner vestían sus ropas normales.

   Tocaron y fueron recibidos por Alfred pero antes de entrar Jon soltó el típico “truco o trato” consiguiendo una pequeña cantidad del tazón junto a la puerta. Entraron al recibidor que al igual que la entrada estaba decorada.

   —Los amos Richard, Timothy y Damian estarán aquí pronto, el amo Bruce sigue en su oficina.

   Por decisión de los chicos se quedaron esperando en la entrada mientras que Clark se dirigió a la oficina y Alfred continuó con sus labores.

   —Tt, te dije vistieras de conejo.
   —No le pediría a papá un ridículo disfraz de conejo, este es mejor.

   Damian que iba bajando las escaleras, vistiendo un afelpado disfraz de lobo, solo hacía muecas de disgusto por la respuesta desafiante de Jon, tras de él venía Dick que aún se acomodaba el traje y salpicaba algo de pintura sobre su ropa, era un vampiro.

   —Vamos Little D que así se ve adorable.
   —No te metas en esto Grayson.
   —Si se ponen a pelear saldrán más tarde y no obtendrán muchos dulces.

   Quien intervino fue Tim que bajaba las escaleras, no traía disfraz alguno, y con una mano jugaba con una calabaza de plástico y en la otra traía lo que parecía ser una gran capa, al estar junto a los demás les entregó los objetos a Dami y Dick respectivamente.

   Ya estando Dick completamente arreglado, tomo lo que creía sería necesario, llaves, cartera y una bolsa de dulces para repartir a quienes se le acercara, estando a punto de salir volteo a ver a Kon y Tim e intercalo la mirada en ambos repetidas veces.

   —¿En serio, están seguros, que de verdad no quieren acompañarnos?
   —Ustedes diviértanse, además, si no se van ya molestaras al pequeño demonio.
   —Silencio Drake.
   —Cuídate Jon.
   —Claro hermano.

   Finalmente, y por la mueca de enfado que mostraba Damian, se fueron despidiéndose de los otros dos que ya estando solos se dirigieron a la cocina para asaltar las despensas en dulces y palomitas, tomando algunos jugos y refrescos, para después dirigirse a la sala a ver películas.

   El tiempo pasó, la película era buena pero no llegaba a asustar a ninguno pero aun así permanecían abrazados, llegaron a cierta parte en donde la protagonista tenía que abrir una puerta, la música de suspenso, la cara de terror de la niña y la sala totalmente oscura fue lo que provocó que Kon diera un salto y gritó al sentir unas manos en sus hombros.

   —¿Pero qué tenemos aquí? Clon, no sabía que fueras tan miedoso jajajajaja.
   —Yo no soy miedoso Jason.
   —Pero si has gritado como una niñita ¿Y es así como pretendes ser el novio de mi reemplazo?