Parte única.

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DongYoung tiene su cara apoyada sobre el pecho de YoonOh. Como muchas veces han dicho, realmente parece más grande de lo que es. Sin embargo, ahí, dormitando, parece nada más que un chiquillo con demasiadas obligaciones. 

Con su cuerpo atravesando la cama lateralmente, tiene que hacer todo un movimiento colosal para rodar sobre el colchón y alcanzar con su mano el teléfono que se ha puesto a sonar sobre la mesita de luz. Cuando mira el identificador de llamada, ve la fotografía de la hermosa chica rubia con su cabeza apoyada sobre el hombro del chico, con sus dedos levantados en forma de v y una bonita sonrisa cubierta por sus labios rojos. 

No se lo ha dicho, pero la odia un poquito. 

— Hola, JinSoul— murmura, apoyándose de nuevo por el pecho del menor y hablando bajito para no despertarlo.

— Oh... ¿DongYoung-oppa?— ella parece sorprendida. A él le gustaría que no lo esté. 

Obviamente, ¿quién más estaría con tu novio un sábado a la madrugada? 

— Sip, soy yo...— responde, aunque está lleno de palabras, cuando ella habla nunca sabe qué decir. Mira el reloj, son las siete de la mañana. Vaya, esa rubia se despierta temprano. 

— Llamaba para recordarle a Jae que hoy tenemos una cena con su papá— le dice.— Era eso, perdón por interrumpir. 

— No te preocupes, solo estaba durmiendo— siseó, con una voz más dura de lo que pretendía. 

JinSoul no era técnicamente su novia, después de todo. Pero todo el mundo creía que sí porque ellos se habían encargado de que fuera así. Después de todo, ambos necesitaban el uno del otro para tapar sus indiscreciones.  Aunque eso no quitaba que le cayera mal. 

No podían ir a las mismas fiestas porque JinSoul tenía que ir. 

No podían caminar de la mano porque JinSoul era quien podía hacer eso. 

No podía simplemente besarlo en frente de toda la universidad porque... Sí, porque él no era Jung JinSoul. 

Cortó enojado la llamada y tiró el teléfono. Si se le rompía, que se comprara otro. Condenado niño rico. Hizo un mohín y se cruzó de brazos. Pero pronto, sintió la mirada suave del menor sobre él, quien sonreía bastante divertido. 

— ¿Por qué te enojas con Soul?  

— ¿Pir qii ti inijis cin Siil?— imitó la voz ronca del muchacho.— Porque es tu novia, por qué más, duh. Me siento como un jodido amante. 

— Pero sabes que ella no es...

— No lo digas. Ya me sé el cuentito de memoria. Tu papá es homofóbico, tu mamá también. Te van a desheredar si te enteras que te acuestas con un sunbae de la universidad, así que el niño perfecto de papá necesita una muñeca como novia pues para no parecer tan... gay. 

— Lo haces sonar como una novela— comentó divertido. 

— ¿Por qué te ríes, Jung? ¿Estás buscando pelea, uh? — le dio un golpe con una almohada en su perfecta cara porque se lo merecía. 

— ¡Oye! ¡No a la violencia! Recién me levanto y ya me estás atacando, qué clase de...

— ¿De? 

YoonOh lo miró seriamente. 

DongYoung enarcó una ceja. 

Entonces, el menor se sonrojó y se tapó con la sábana. 

Está bien, eso no se lo esperaba. Ese niño era una caja de sorpresas. DongYoung lo miró con curiosidad, se incorporó y se sentó a su lado, sacudiéndolo hasta que logró quitarle la sábana a la que se aferraba con su vida. 

— Más te vale que hables, Jung YoonOh. 

— "Qué clase de novio eres" iba a decir— espetó, tan seriamente que DongYoung se sintió atacado. 

— Dile eso a JinSoul— bufó, dándole la espalda mientras se cruzaba de brazos y era gracioso porque tuvo que girarse torpemente sobre el colchón que hasta parecía de agua en esos momentos. 

— Ya, no seas así, no es como que me guste esta situación— susurró el chico, rodeando su espalda con sus brazos y apoyando su rostro sobre su hombro.

— Tengo que ver como Miss Tailandia y Japón se refriegan descaradamente todo el día. Ok, tampoco quiero eso. 

— Estoy casi seguro que no se refriegan descaradamente y que eso es una exageración. 

— Cállate, no exagero nada. Entonces, tengo que ver como TaeIl y Johnny se refriegan descaradamente todo el día. 

— ¡Eso es una obvia exageración!— exclamó divertido. 

— No me hagas reír que estoy enojado— sentenció DongYoung, quitando las manos del menor de las cercanías de su estómago.— El punto es que si yo quisiera refregarme descaradamente, y no es como que realmente lo quisiera, pero no podría hacerlo porque resulta que ante los ojos del mundo tienes una novia.

YoonOh se quedó callado, pero sin dejar de abrazarlo. Sin embargo, DongYoung era una persona ansiosa, así que se puso tenso ante su repentino silencio. 

— No quiero refregarme descaradamente — comentó, al fin, JaeHyun. El mayor hizo una mueca.— Sin embargo...

— ¿Sin embargo?

— ¿Por qué no dejas de interrumpirme?  

— Soy más ansias que persona, ¿ok?

Entonces, sintió como los brazos del menor lo abandonaban y DongYoung lo miró sorprendido, casi ofendido por como el muchacho descaradamente se fue al baño a ducharse, aunque antes de cerrar la puerta, le murmuró un "espera". ¡Encima osaba ducharse sin pedirle permiso! 

— ¡Te odio, Jung YoonOh!   

Se echó en la cama, aún con los brazos cruzados. Realmente odiaba que el maldito le pudiera tanto. 

Entendía bien que JinSoul no se ofendía porque no eran nada y porque, bajo sus escuetos conocimientos, ella también se metía bajo la falda de una muchacha. Pero no podía dejar de enervarle el hecho de que su relación fuera casi clandestina, cuando no estaban haciendo nada malo. Entendía también que los padres podrían ser ciertamente un problema, pero YoonOh tenía que aprender a ser fuerte y a entender que no por ir en contra de sus padres, se convertía en una decepción. 

¿Pero qué podía decirle él de eso? Lo había dicho bien él solito, era el sunbae con el que tenía sexo de vez en cuando y quizás eran un poco (muy) cursis, pero seguían siendo eso. A DongYoung se le removió el estómago porque no le gustaba pensar que significaba solo eso para el muchacho.

Dio un grito cuando lo sintió todo empapado abrazándolo. 

  — ¿Qué rayos te pasa, quieres matarme del susto o qué?

YoonOh soltó una risita de niño travieso antes de liarse en la toalla y dar la vuelta hasta posicionarse frente a el mayor, quien estaba sentado en el borde de la cama. Se arrodilló frente a él. 

— Cierra los ojos.

— ¿Tienes un regalo o qué? 

— Cierra los ojos. 

— ¡Pero!

— Cierra los ojos. 

Con una mala expresión cerró los ojos. 

— Bien, más te vale Jung, que el regalo sea jodidamente bueno porque odio todo esto de "cierra los ojos", me estresa demasiado cuando...

— Ven a cenar conmigo esta noche— murmuró, sobre su oído. Causándole escalofríos.

— Pero tienes una cena con tu papá y tu novia— bufó, abrió los ojos para seguir peleándole, cuando notó que el muchacho ubicado muy cerca de él lo miraba con una sonrisa tranquila. Quería pegarle por sonreír ante lo que le causaba sufrimiento. 

— Eso no es tan cierto— comentó, ladeando ligeramente la cabeza mientras tomaba las manos del mayor entre las suyas.— Tengo una cena con mi papá y mi pareja

i don't like your girlfriend / jaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora