Medianoche (Parte II - Nea)

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"La última pelea se debió a una cita médica con el psiquiatra. Tus ataques estaban empeorando y los medicamentos ya no hacían el mismo efecto de antes, por lo que estaba seguro que incrementarían las dosis...


Tanto Kanda como tú estaban de acuerdo en ir, pero yo me negaba. Al hacerlo lograbas controlar los ataques y la depresión... pero también me relegabas a un segundo plano con esos medicamentos. Mientras el efecto de ellos está en tu cuerpo yo no puedo tomar control ni hacerme presente más que como una de las miles de vocecillas dentro de tu cabeza. Sólo me permitías surgir cuando debías tocar el piano... ese era nuestro acuerdo y promesa principal, era la forma en la que coexistíamos nosotros desde que cumpliste los 15 años.


Pero con el tiempo, rompiste tu promesa, y dejaste que el piano también quedara en un segundo plano... al igual que yo.


Con el tiempo mi talento había sido reconocido, una semana antes del accidente te ofrecieron una inigualable oferta como compositor y pianista principal para una famosa orquesta internacional. Pero tu amor por él, tus amigos, los estudiantes de Black Order y esta monótona ciudad te hizo rechazar dicha oferta, después de todo... ¿Qué más da nuestra promesa? ¿Creías que me tenías bajo control?


Fuiste un iluso al no prestarle atención a la persona más importante... a ti mismo.


La discusión pasó hasta el auto, cada vez se hacía más fuerte porque terminé provocando una vez más a Kanda. Cuando él tiene un ataque de ira su juicio se ve nublado y no mide aquello que hace... perdió el control del volante y la calle húmeda por la lluvia no fue de mucha ayuda.


Él te hizo un daño aun mayor... el precio más alto lo pagaste tú.


Yo no quería eso... el anillo en tu mano... yo no lo quería y fue por mi egoísmo que tomé el control de tu cuerpo ese día, tenía miedo que me arrebataras lo único que identifica mi ser, lo único bueno de mi desde el día que surgí.


Tenía miedo a desaparecer..."


...


Sus palabras se hacían cada vez más amargas, filosas como las cuchillas más letales cortando mi carne y dejando el rojo vivo a merced de gusanos y moscas... dolían en lo más profundo de mi corazón.


Gruesas lágrimas empezaron a caer por mis ojos sin poder ser capaz de darle respuesta inmediata, soltando ligeros gimoteos por el intenso dolor de cabeza a causa de los recuerdos de ese día que empezaron a invadirme; estos era tan claros como el agua y a la vez turbulentos por el cúmulo de emociones que revolvían mi estómago.

Yume o Osoreru 「Afraid of Dreams」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora