Jungkook pasaba delicadamente la parte de mi abdomen recorriendo el camino en suaves toques que me hacían temblar al sentir el contacto directo de sus dedos con mi desnuda piel.
—Jungkook...—susurré con miedo.
No estaba disgustado con sus toques pero todavía no estaba listo para lo que pudiera venir a continuación.
—Tranquilo, hyung. No haré nada que no quieras—me dijo en ese tono tan pacífico haciéndome sentir protegido cada que me hablaba de esa manera tan relajante.
Jungkook simplemente me acarició pareciendo querer memorizar cada parte de mi expuesta piel. Lucía tan concentrado en trazar una línea imaginaria. Él era sumamente adorable.
—Jungkookie...—lo llamé.
Él me miró y alrededor de sus ojos se arrugaron para dibujar en sus labios una preciosa sonrisa que me hizo sonreír junto a él.
—¿Qué sucede, V hyung?
Lo miré enojado por unos segundos achicando mis ojos al llamarme de esa manera cuando sabía que me gustaba más su suave voz llamando por mi nombre. Pero ese enojo se desvaneció tan pronto siguió trazando con sus dedos mis costillas.
Me quedé callado unos momentos pensando si sería correcto pedir lo que estaba deseando en ese momento. Mis manos me picaban rogando también por tocar su anatomía.
—Yo...
—Tranquilo, hyung, todo está bien.
Detuvo sus caricias y di un leve quejido que fue algo que ni siquiera controlé, simplemente había salido de forma automática.
—Te amo.
Acercó su rostro para finalmente atrapar con sus labios los míos. Sus besos eran suaves y delicados, tratándome siempre con cuidado. Finalmente después de unos largos minutos se separó para romper el beso sin antes de besar mi frente.
—Te amo—volvió a decir.
Me alarmé cuando vi que su rostro estaba demasiado cerca a mi desnudo abdomen. La vergüenza golpeó mi rostro en segundos. Pude notar con claridad como de calientes estaban mis mejillas.
Estar desnudo por la parte superior, sin la camiseta prestada de Kookie me hacía sentirme consciente de mi cuerpo.
No soy alguien seguro cuando se trataba de esa zona específica. Jungkook y los otros chicos tienen su abdomen marcado pero yo no las tenía por el simple hecho de no ser partidario de hacer ejercicio.
Ahora mismo me encontraba muy avergonzado. Aunque Jungkook dijera que era perfecto no podía evitar sentirme tímido ante su intensa mirada.
—¿Puedo besar tu abdomen?—dijo finalmente. Tragué duro una vez que escuché su pedido.
Nunca ha ido más de besos y abrazos. La sola idea de que traze sobre mi piel para mí era algo demasiado fuerte. Pero a pesar de que quería huir y sentirme a salvo, lejos de su mirada, yo quería más.
No quería que por mi falta de poder ir al siguiente nivel nuestra relación se estancara. Temía tanto que Jungkook se aburriera de mí. La sola idea de que Jungkook buscara a alguien más para hacer cuestiones como estas me ponían mal.
¿Jungkook sería capaz de hacerlo con otro?
—Está...bien.
Su caliente aliento chocó con el inicio de mi estómago y me sacudí entre nervios.
—Tranquilo, Tae.
Asentí dejando que sus labios se posaran por mi piel. Jungkook dio varias caricias y besó humedeciendo la zona. Se sentía tan extraño pero tan placentero.
No pude evitar jadear con cada recorrido que daba. Simplemente era una experiencia increíble. Quería más. Más de sus labios en todo mi cuerpo, más besos en mí.
—Eres tan hermoso.
Jungkook siguió besando mientras no podía evitar jadear y sentir que en cualquier momento él acabaría conmigo. Si no estuviera echado en mi cama hubiera caído de alguna forma porque mi cuerpo parecía no reaccionar de tantas sensaciones desconocidas para mí.
Ni siquiera sabía porqué jadeaba tanto. Estaba tan avergonzado pero no podía controlarlo.
Sin poder evitarlo gemí cuando el caliente aliento de Jungkook chocó en mis pezones. Los ojos de Jungkook se alzaron para verme y me sorprendí cuando vi sus orbes muy oscuros. Nunca lo había visto así de oscuros.
Con un movimiento rápido Jungkook fue por mis labios y me besó hasta que se pusieron rojos e hinchados. Estábamos jadeante y yo por primera vez quería que Jungkook continuara. No quería que parara nunca.
Diablos, necesitaba mucho más que sus labios. Quería que hiciera lo que quisiera conmigo.
Lo miré anhelante una vez que mi respiración se había regulado. Jungkook se percató de eso, pero negó moviendo su cabeza al lado opuesto.
—Se ha acabado, Taehyung. Espera para navidad.
Hice un puchero. No era justo. Sus caricias apenas habían bastado como su regalo de mi cumpleaños. Me había regalado otras cosas pero yo quería más de sus caricias.
Bufé en desacuerdo. Significaba que debía esperar hasta la fecha de navidad pero yo quería que continuara hasta donde podía.
Quería que probara mi resistencia...
—Yo quiero más, Jungkookie.
—No, no me vas a convencer con tus ojitos de cachorro. Cuando estés listo continuaremos. Hoy no es el momento correcto. Cuando pase debe ser especial.
Lo miré enojado cruzando mis brazos en forma de jarra. Pero todo enojo se desvaneció para aparecer un rubor potente por todo mi rostro. Podía sentir mis orejas muy calientes y no dudaba que mi rostro completo estuviera de la misma manera.
Dios...
—Kookie...
Bajé nuevamente mi mirada a sus apretados vaqueros negros. Podía apreciar un gran bulto formándose. No entendía muy bien pero estaba sintiendo mucho calor.
—Tienes un problema allí—señalé hacia esa zona.
Debía doler. Pobre mi bebé.
—Estoy bien Taehyung. Pasará en minutos.
Asentí y quise volver a besarlo pero apartó sus labios chocando como consecuencia en el lado de sus mejillas. Lo miré confundido.
—Nada de besos. Necesito controlarme, Tae. Tus besos no me ayudarán.
—Pero yo quiero tus besos.
Pese a sus protestas besé sus exquisitos labios sabiendo que haría perder el control a Jungkook.
Jungkook chupó mis labios, mordiendo cada que quería mis labios superiores. Minutos después su lengua dio paso en mi cavidad bucal arremetiendo contra los míos y gemí sin control. Jungkook pocas veces me besaba de esa manera necesitada y me encantaba cuando lo hacía. Nuestra saliva se mezcló y Jungkook me acercó peligrosamente a su cuerpo.
—¡Jungkook, Jin hyung dice que compres las gaseosas que faltan!—gritó un Jimin en los pasillos e hizo que nos separara abruptamente. Me quejé. Maldito enano.
—Luego seguimos nuestros besos. Debo ir por la gaseosa.
Jungkook salió disparado de mi habitación y sonreí como un tono enamorado que soy.
—Vaya, tienes un buen paquete, Jungkookie—se escuchó la voz de Jimin a lo lejos y rodee los ojos.
Jimin luego se las vería conmigo por mirar más de lo necesario a mi novio, aunque eso le daría una idea de lo que estuvimos haciendo.
De todas formas esperaba que la navidad llegara pronto. Quería más de los toques de Jungkook. Cuanto antes mejor.
N/A:
Espero que les haya gustado.
No soy mucho de escribir escenas de Limon, Smutt en mis historias. Pero bueno, no sé. Quise darles algo de esta cute couple.Hasta otro one-shot. Bye, bye \(>.<)/
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Toques ➛ Kooktae ((One-shot))
Short Story║Quizá Taehyung necesita más que los inocentes toques de su novio Jungkook.║ 💫No acepto adaptaciones de ninguna de mis historias.