Abro mis ojos como platos y evito dar un silbido al ver la casa que me esperaba. No estaba acostumbrada a tantos lujos, bueno, a ningún lujo a decir verdad. Lo más cerca que tenía era un dulce cada viernes en el orfanato.
"Esto es mejor que un dulce", pensé.
La casa que tenía ante mis ojos era muy grande y moderna. En el camino vi muchas casas hermosas pero ninguna comparada con esta. Estaba pintada con tonos oscuros y con cristales por todos lados. Algo que me pareció gracioso fue el jardín, lleno de todos esos arbustos con formas extrañas y graciosas. Creo que este será mi lugar favorito de la casa.
Me sentía algo abrumada, y a la vez, extasiada. La idea de un nuevo hogar me ha tenido así desde hace 15 días, cuando me enteré de la noticia.
"Quizás esto te haga olvidar", susurró mi subconsciente y quise creer que no era mentira. Que podria ser asi algun dia, pero no creo que nada me haga olvidar tanta mierda.
Me espante un momento dando un pequeño saltito cuando escuche la voz del que sería mi tutor de ahora en adelante. Dicen que el sera mi nuevo papá, pero esa palabra me tiene algo frustrada. Evito a toda costa mencionarla, aunque parezca lo más idiota del mundo.
— Cariño, vamos adentro — escuche a Cartel, mi tutor — ¿O quieres quedarte mirando el jardín?. Sacudí mi cabeza y seguí a Julia, mi tutora mientras buscaba algo en su bolso. Un asentimiento es lo más comunicativo que tendrán de mí en este momento. Quizás más adelante hable o me comunique de otra forma, pero por ahora son solo gestos. Y se que ellos lo entienden, por mala suerte saben toda la historia y me siento vulnerable ante eso. Aunque es bueno que no te presionen a hacer algo de lo cual no estás preparada.
Julia saca las llaves de su bolso y abre la puerta dejándome pasar mientras que, Carter saca del auto mi equipaje con la poca ropa que tengo. Entre completamente a la casa y si antes decía "wow" ahora me he quedado sin palabras. Es alucinante. Es preciosa, moderna, grande y ¡Dios!. Siento la mano de alguien en mi hombro derecho y me doy cuenta de que es Julia que me ve con una gran sonrisa.
— ¿Te gusta? — pregunta suavemente. ¿Que si me gusta?.
Asiento frenéticamente y ella da saltitos de emoción. Estoy segura de que se ve aliviada al saber que me ha gustado.
— Y espera a que veas tu nueva habitación — sonríe Carter mientras me dirige una dulce mirada.
Carter coge una maleta en sus manos y me incita a seguirlo escaleras arriba. Decido seguirlo y me encamino por las escaleras. La casa es algo digna de ver, el pasillo está lleno de puertas. Nos detenemos en una en especifico de color café y el la abre. Lo primero que veo es mucho azul oscuro, mi color favorito, al parecer ya esto lo sabían y me agrada.
Sonrio levemente, me gusta. Empezamos bien...