parte única.

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—Buenos días Yoongi —saludó Jimin—, te extraño. ¿Lo sabías?

Se puso de cuclillas para estar a la altura de la lápida. Dejó el ramo de flores en la tierra y acarició suavemente la placa de bronce, como si fuera el objeto más frágil de la tierra.

"Min Yoongi.
1993 - 2017."

—Siempre pensé que vivir sin ti sería difícil, pero esto es más de lo que creí —tapó su boca con su mano ahogando un sollozo.

Extrañaba tanto sentir el calor de los brazos de Yoongi rodeándolo otra vez y brindándole ese cariño que nadie más podía darle. Jimin daría lo que fuera para volver a abrazarlo una vez más.

—Sabes, las cosas no van bien aquí —parpadeó varias veces para evitar que las lágrimas salgan de sus ojos-, ¿es bonito...?

Su voz se quebró y el calló. Estuvo en silencio unos segundos intentando recuperarse.

—¿Es bonito eso que llaman paraíso? —una lágrima corrió por su mejillas—, ¿eres feliz ahí?

No pudo seguir hablando, pues un desgarrador sollozo salió de su garganta. Se sentía destrozado. Le dolía el pecho, sentía que se derrumbaría. No podía imaginar una vida sin la persona que más amo en la vida. No podía imaginar una vida sin Yoongi.

—Lo siento -habló con uno nudo en la garganta—, dije que no lloraría. No quería que me vieras así.

Pasó sus pequeños dedos por la cruz y la placa de bronce, delicadamente. De esa forma sentía como si estuviera tocando a Yoongi.

Extrañaba acariciar sus suaves mejillas, besar sus finos labios y ver esos ojos gatunos tan adorables ante la vista de Jimin. El menor deseaba tanto que su difunto novio lo abrazara y le dijera que todo estaría bien, que no llorara, pero eso no pasaría.

El llanto de Jimin no paraba, era lo único que se escuchaba en el silencio del cementerio. El menor sentía que sin su novio estaba hundiéndose en un lago sin fondo. Su vida no podía seguir sin Yoongi, ya que él era la persona por la cual seguía sobre la tierra.

Jimin suspiró, recuperándose. Su respiración antes agitada ahora se calmó y los sollozos de hicieron menos frecuentes. Se incorporó y vió por última vez la lápida de su difunto novio.

—Nos vemos, Yoongi —se pone de pie y camina unos pasos. Voltea y observa desde lejos—, nos veremos muy pronto, ¿si? En un momento estaré contigo.

Simplemente dijo eso, para marcharse. Triste y un poco feliz, pues en poco tiempo encontraría a su novio nuevamente y sentiría el calor de sus abrazos.

dead love 一 yoonmin。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora