Es difícil seguir adelante cuando te están poniendo una navaja en el cuello y te dicen al oido:"rindete" apretando cada vez más la navaja contra tu piel.
Desgarrando todo a su paso. Cortandote las cuerdas vocales, dejándote sin voz.
Y tú solamnete puedes llorar. Por qué tu voz ya no existe.
Y piensa que tus lágrimas se confundían con tu sangre.
Que tú ya no serás más tú y no podrás gritar, ni patalear. Y a pesar de que tú verdugo te sigue enterrando la navaja tu lo miraras y le darás las gracias con un nuevo lenguaje.
Porque los humanos: por más torpes he idiotas que seamos encontramos las maneras y armas para seguir luchando; de seguir hablando y de seguir comunicando.
De seguir aferrados a la vida.
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Noches de lluvia
RandomHay noches -o bien días- donde me pinta la nostalgia o la tristeza y es en ese momento donde escritos -que pueden calificar como poemas- con mucha metáfora salen a la luz de mis dedos. La escritura es algo que libera y este es el ampliamiento de mi...