Todo empezó el día de la excursión.
Nos íbamos a un laboratorio, el cuál... no era muy seguro que digamos, bueno, en dos días teníamos un examen sobre la visita, por lo que teníamos que coger apuntes.
Cuando llegué a clase lo primero que hice fue preguntarle a mi amiga si se sentaba conmigo en el bus, me dijo que sí, cuando llegaron los autobuses nos sentamos juntas, y en el asiento de delante de nosotras estaban nuestras otras dos amigas.Cuando llegamos al laboratorio una señora se puso a explicarnos que era cada cosa, cuando ya estaba terminando de enseñarnos el laboratorio me paro en seco y le doy un toquecito en el brazo a mi amiga Carlota y le pregunte:
-¿Que crees que es eso?- dije señalando a un huequecito del que salía una luz con un tono verdoso.
-No lo se- me respondió.
Las dos nos quedamos embonadas mirando esa extraña luz, hasta que nuestras amigas Carmen y Paula nos espabilan diciendo que la clase se iba, antes de ir al bus del colegio nos preguntan si alguien quiere ir al baño, Carlota, Paula, Carmen y yo , dijimos que si y nos fuimos con otro grupo que también tenía que ir al baño, dejamos los apuntes en el lavabo nos aseamos y nos fuimos al bus, yo me volví a sentar al lado de Carlota y Carmen y Paula se sentaron otra vez en los asientos que habían delante de nosotras.
Cuando terminaron (las clases, tan eternas como siempre) mi madre me recogió junto a mi hermana y mis primas.